El estudio de los anillos de crecimiento de los árboles ha revelado datos inéditos de los episodios de aludes de nieve en el Pirineo catalán durante los últimos 40 años, según el artículo publicado en la revista Natural Hazards and Earth System Sciences, y que tiene como primera autora Elena Muntán del Departamento de Ecología de la UB. Este trabajo estudia la relación entre los anillos de los árboles, los bosques y la dinámica de fenómenos naturales ligados a procesos geomorfológicos (dendrogeomorfologia), y apunta conclusiones que podrían mejorar la zonificación del riesgo natural y ampliar significament las zonas de peligro de aludes tipificadas hasta ahora en el Pirineo de Cataluña.
El estudio, que es innovador en el ámbito territorial de los Pirineos, ha sido una colaboración entre el Grupo de Dendroecología del Departamento de Ecología UB, dirigido por la Dra.. Emilia Gutiérrez, y la Unidad de Riesgos Geológicos, dirigido por Pere Oller del Instituto Geológico de Cataluña (IGC), y lo firman también Carlos García y Gloria Martí (Grupo de Riesgos Geológicos, IGC) y Albert Garcia (Grupo de Climatología UB
Los aludes de nieve no están bien documentados en el Pirineo, un territorio bastante transformado en la actualidad por el alto nivel de ocupación urbanística y por las actividades de ocio. Tradicionalmente, el registro de los aludes se ha basado en métodos como la documentación histórica, el análisis de series nivometeorológicas y las encuestas a la población. Por primera vez, en este estudio, los autores aplican técnicas de dendrogeomorfología para estudiar seis zonas del Pirineo catalán, y tipifican los episodios de aludes en los últimos 40 años. En estas áreas, los expertos han buscado las señales dejadas por el impacto de aludes en la población de pino negro (Pinus uncinata). «En los Pirineos -comenta Elena Muntán- hay una historia de explotación forestal que limita los estudios temporales. No podemos encontrar árboles milenarios; en general, los más antiguos tienen 300 años, aunque la media de edad de los más viejos en las zonas de aludes es de 150 años. Para nuestro estudio, las zonas de aludes son escogidas de acuerdo a criterios de antigüedad de los árboles de interés de la zona y de buena accesibilidad. Estudiamos los árboles siguiendo transectas en el canal del alud, es decir, siguiendo líneas perpendiculares a la trayectoria de los aludes y, en la zona de llegada, con líneas longitudinales para obtener el máximo de información sobre el sistema».
Cuando hay una avalancha en el bosque, la masa de nieve y hielo puede provocar inclinaciones, roturas, heridas, e incluso, la muerte de los árboles. La madera de los árboles y otras plantas leñosas conserva la señal de aludes del pasado. Por ello, en el trabajo de campo, los expertos extraen muestras de madera de los árboles seleccionados: cuando los árboles están vivos, se cogen pequeños testimonios de madera ( 'cores'), o bien secciones completas (si el árbol está muerto) . En los anillos de crecimiento, las señales del impacto del alud son bien visibles: por ejemplo, si el árbol se inclina los anillos crecen de forma excéntrica, y no concéntrica, como es habitual. Los efectos también pueden verse con otros indicadores: cambios en la densidad y color de los anillos de crecimiento, el grosor, etc
Según los autores, la dendrocronología puede ayudar a complementar, mejorar la caracterización de aludes de nieve y determinar con más precisión la frecuencia, el alcance y la intensidad de los eventos pasados. «Mediante la dendrogeomorfologia, hemos obtenido datos inéditos hasta la actualidad sobre los episodios de aludes en el Pirineo catalán -apunta Elena Muntán- que amplían y mejoran la calidad de la información sobre episodios históricos de aludes. En algunos casos de aludes más extremos, la zona de aludes se puede ampliar hasta más de 200 metros de lo que se indica en los mapas de riesgo realizados con las técnicas convencionales de cartografía de procesos geomorfológicos. Todo este volumen de información es básico para conocer mejor la dinámica global y la peligrosidad de estos procesos y facilitar la prevención de los desastres ligados al riesgo natural ».
El artículo de Natural Hazards and Earth System Sciences hace públicos los principales resultados del proyecto ALUDEX (2002-2006) dirigido y cofinanciado desde el Instituto Cartográfico de Cataluña, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y los Fondos FEDER para caracterizar los episodios de aludes mediante el estudio dendrocronològic y nivoclimàtic el Pirineo de Cataluña. Actualmente la investigación continúa en el Pirineo Central, proyecto AVDENPYR del Ministerio de Ciencia e Innovación (2007-2010), dirigido desde la UB y en colaboración con la Universidad de Zaragoza il'IGC, con la finalidad de ampliar el conocimiento de las aludes de nieve en toda la cordillera pirenaica.
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Referencia bibliográfica:
E. Muntán; C. Garcia; P. Oller; G. Martí. A. Garcia; E. Gutiérrez. «Reconstructing snow avalanches in the Southeastern Pyrenees». Natural Hazards and Earth System Sciences, 2009
Revista:
En los dos parques nacionales se confirma la presencia generalizada de fitosanitarios, con el consiguiente riesgo ecológico, según un estudio liderado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Sustancias prohibidas como el clorpirifós, la terbutrina o el diazinón aparecen en las muestras de agua, lo que indica su uso reciente.
Un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge revela que el reptil nativo Varanus rosenbergi colabora en la eliminación de cadáveres plagados de gusanos. De esta forma se pueden reducir y controlar las poblaciones de moscas que atacan al ganado ovino, además de proteger el ecosistema.
