Los bebés prematuros se recuperan del dolor con un abrazo

Una investigación sugiere que los bebés muy prematuros, nacidos entre las 28 y las 31 semanas, podrían beneficiarse de los abrazos de su madre (en los que hay contacto piel con piel) antes y después de ser sometidos a procesos dolorosos como la punción del talón. El estudio aparece publicado hoy en la revista BMC Pediatrics.

Bebé prematuro. Foto: María M.
Bebé prematuro. Foto: María M.

El contacto piel con piel, conocido como el Método de la Madre Canguro (MMC), había sido ya avalado por el grupo de investigación de Celeste Johnston, doctora y profesora de la Universidad McGill de Montreal (Canadá), como un método que reduce el dolor de los bebés nacidos entre las semanas 32 y 36.

Ahora, estos investigadores han demostrado que el MMC podría reducir el dolor y contribuir a la recuperación de bebés todavía más prematuros, nacidos entre las 28 y las 31 semanas. Anteriormente a este estudio se pensaba que los bebés tan pequeños no estaban lo suficientemente desarrollados como para beneficiarse de estos métodos de alivio.

"La respuesta al dolor de recién nacidos muy prematuros aparentemente se reduce por el contacto materno con la piel", afirma Johnston, "Esta respuesta no es tan concluyente como en bebés prematuros de más semanas, sin embargo, el menor tiempo de recuperación que comporta el método MMC es importante para contribuir a mantener la salud del bebé".

La investigación analizó si estos bebés podrían reponerse del dolor tras una prueba de punción del talón, que consiste en efectuar un pinchazo en el talón del bebé para obtener una muestra de sangre. El equipo pidió a las madres que cogiesen a sus bebés en brazos durante 15 minutos antes y durante todo el proceso de punción. Asimismo, los mismos bebés que participaron en el ensayo fueron tratados en otra ocasión de manera normal (simplemente se puso boca abajo en la incubadora antes y después del procedimiento).

El equipo fue capaz de evaluar el dolor de los bebés basándose en el Premature Infant Pain Profile (la escala de evaluación del dolor del recién nacido, PIPP) que tiene en cuenta la expresión facial, la frecuencia cardiaca y los niveles de oxígeno en sangre. Se midió el PIPP justo antes de la punción del talón y en intervalos de 30 segundos durante y después del procedimiento.

Los resultados mostraron que las puntuaciones de PIPP 90 segundos después de la punción del talón eran mucho menores en los bebés que se beneficiaron del MMC que en los bebés que no recibieron contacto piel con piel. La expresión facial del dolor se mostraba durante menos de la mitad de tiempo en los bebés tratados con el MMC.

Además, los bebés que fueron abrazados por sus madres se recuperaban del dolor en un par de minutos, mientras que los bebés de la incubadora seguían sufriendo pasados más de tres minutos. Este retraso podría influir en la salud de un bebé muy prematuro -nacido antes de las 32 semanas- que requiere un cuidado en incubadora casi constante.

“Igualmente, nuestra investigación podría tener efectos beneficiosos también para la madre, cuyo papel maternal disminuye cuando su bebé está bajo cuidados intensivos”, señala Johnston.

Ref. bibliográfica:

Celeste Johnston, Francoise Filion, Marsha Campbell-Yeo, Celine Goulet, Linda Bell, Kathryn J McNaughton, Jasmine Byron, Marilyn Aita, G. Allen Finley and Claire Dominique Walker. “Kangaroo mother care diminishes pain from heel lance in very preterm neonates: A crossover trial”. BMC Pediatrics ABR 2008

Fuente: SINC
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