Ainia centro tecnológico participa en el proyecto Bioactive (VI Programa Marco Europeo), con la intención de crear una plataforma europea de información que permita dar a conocer los conocimientos y avances sobre la extracción de compuestos bioactivos a partir de residuos generados en el procesado industrial de tomate, aceituna y uva, así como sus posibilidades de aplicación en la industria agroalimentaria y cosmética.
Europa procesa cada año tres millones de toneladas de aceituna con un rendimiento en la producción de aceite de unas 60.000 toneladas. Esta producción se divide en tres campos de actividad: Molinos de aceite, que procesan las aceitunas generando aceite, aguas residuales y residuos sólidos; refinerías, donde se refina el aceite no consumible; plantas donde la torta de aceite es procesada y se extrae aceite residual a partir de los residuos resultantes del proceso de extracción de aceite de oliva.
Los residuos obtenidos tras el proceso de molienda son fundamentalmente aguas residuales, alperujo, pulpa y ‘margine’. La molienda de aceituna genera anualmente en Europa cuatro millones de metros cúbicos de residuos. Los 12.000 molinos de aceite, la mayoría pequeños, algunos aislados y otros ubicados en zonas urbanas, tienen dificultades evidentes para reutilizar los residuos.
En base a la legislación general de residuos de la Unión Europea (directiva 2006/12/EC), los estados miembros tomarán las medidas necesarias para asegurarse que los residuos se recuperan o disponen sin poner en peligro la salud humana y sin usar procesos o métodos que podrían dañar el medio ambiente. Actualmente, los residuos del procesado de la aceituna son retirados sin contraprestación económica de los molinos de aceite de oliva o vendidos a extractores de aceite a bajo precio.
Varios estudios han mostrado la alta concentración de sustancias orgánicas beneficiosas para la salud en la pulpa de la aceituna y en las aguas residuales de su molienda. Concretamente, según Elvira Casas, del Departamento de Ingeniería y Procesos de ainia, “se encuentran compuestos antioxidantes (especialmente del grupo de los polifenoles) y fibra (especialmente en la pulpa de la aceituna) de diversa aplicación para la industria agroalimentaria, cosmética y parafarmacia”.
Para la recuperación de estos compuestos bioactivos, se ha establecido dos procesos especialmente adaptados a las características de cada materia prima secundaria, considerando como etapas de proceso: pre-tratamiento de los residuos; la extracción de los residuos de los procesados de uva secos y homogeneizados; la purificación de los extractos y el secado de los extractos purificados.
Última tecnología de extractiva:
Entre las tecnologías de recuperación de compuestos bioactivos, pueden destacarse la extracción con disolventes y la extracción con fluidos supercríticos. Según ha apuntado Elvira Casas, del departamento de Ingenieria y Procesos de ainia, “este último es un proceso muy atractivo que comporta notables ventajas, especialmente cuando se emplea dióxido de carbono (CO2) como agente de extracción. Entre estas ventajas cabe destacar: la ausencia de disolventes tóxicos en los productos finales que hace incrementar la calidad de los productos finales; su idoneidad para la recuperación de sustancias termolábiles que sean solubles en CO2; la configuración de procesos seguros sin empleo de sustancias tóxicas, ni inflamables ni explosivas y el coste moderado del agente de extracción”.
Viabilidad económica:
Tomando como referencia estas etapas, en el contexto del proyecto Bioactive se ha estudiado la viabilidad económica de los procesos en un caso de estudio. En este caso de estudio se han considerado tres volúmenes distintos de generación de materias primas secundarias como aproximación a los tamaños de explotación existentes en la UE. Se estimaron las inversiones y costes operativos de la recuperación de los principios bioactivos así como los beneficios potenciales derivados de su venta considerando los precios de productos similares comercializados en la actualidad en el mercado.
En este caso de estudio se ha estimado que para volúmenes medios y especialmente para los mayores volúmenes de planta de procesado, podrían alcanzarse beneficios desde 980.000 euros hasta más de 180.000.000 euros al año, tanto para extracción con disolventes como extracción con fluidos supercríticos.
El proyecto Bioactive-net, en el que está trabajando el ainia, ofrece nuevos retos para el desarrollo de alimentos saludables o productos cosméticos, lo que permitirá favorecer la competitividad de los países del sur de Europa frente a potencias en esta materia como Estados Unidos.
En los dos parques nacionales se confirma la presencia generalizada de fitosanitarios, con el consiguiente riesgo ecológico, según un estudio liderado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas. Sustancias prohibidas como el clorpirifós, la terbutrina o el diazinón aparecen en las muestras de agua, lo que indica su uso reciente.
Un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge revela que el reptil nativo Varanus rosenbergi colabora en la eliminación de cadáveres plagados de gusanos. De esta forma se pueden reducir y controlar las poblaciones de moscas que atacan al ganado ovino, además de proteger el ecosistema.
