El moco de roca, el alga invasora detectada a mediados del mes de mayo en las aguas del río Porma, es "bastante probable" que invada los lechos de otros cauces de la provincia de León en los próximos meses. Con esta previsión trabaja el equipo investigador de la Universidad de León que colabora con la Confederación Hidrográfica del Duero en la recogida de muestras y asesoramiento para evitar la expansión de esta especie, según informó uno de sus investigadores, Saúl Blanco. Los ríos que poseen mayores factores de riesgo de alojar a este alga, muy dañina para los ecosistemas locales, son los ríos de cabecera, como el Órbigo y el Torío.
El equipo investigador ha detectado la presencia de esta especie invasora, Didymosphenia geminata en su nombre científico, en 25 kilómetros, desde la central eléctica de Los Molinos hasta Vegas del Condado. Esta zona incluye la desembocadura del afluente Curueño, cerca de la población de Ambasaguas. Desde que fue detectada por primera vez por un agente forestal el 9 de mayo, el alga, de la clase Diatomea (caracterizadas por ser unicelulares microscópicas), "ha infestado gran parte del río", según explicó Blanco a DiCYT. Esta circunstancia ha provocado que se haya prohibido la pesca en el cauce, ya que el hombre, a través de esta actividad recreativa, es el principal factor de dispersión de la especie invasora.
El conjunto de los ríos de la provincia de León está en una situación de riesgo, aunque son los grandes cauces (el Esla, el Luna, el Órbigo, fundamentalmente), los que están más expuestos para alojar a este incómodo huesped. Las alfombras que forma son muy reconocibles: poseen varios centímetros de grosor en los lechos y tiene un color parduzco o amarillento. Según los datos que maneja la CHD, este organismo no produce efectos negativos en la prepotabilidad de las aguas.
Biofilm
Posiblemente llegada a través de algún aparejo de pesca, en la quilla de algún bote o en las botas de un pescador, el alga forma una pequeña película en el lecho (denominada biofilm), que impide que la comunidad propia del río de invertebrados acceda a sus alimentos. De esta manera, la base de la cadena trófica queda dañada, lo que incide en los seres situados en otros escalones. El río Porma es el tercero cauce afectado por el alga en España, el tercero en Castilla y León tras el río Revinuesa (de Soria), el año pasado. No se considera al moco de roca como especie exótica, ya que ya existía en la Península Ibérica con anterioridad a estos focos, pero sí invasora. La principal característica de estas poblaciones son es su especial agresividad en los entornos que ocupan. Esta variante tan nociva para los ecosistemas locales tiene su origen en Nueva Zelanda en 2004 y en Estados Unidos y Canadá ya afecta a más de 300 cauces.
El grupo del Departamento de Biodiversidad y Gestión Ambiental de la ULe, que realiza el seguimiento de la invasión, realiza tanto labores de asesoramiento para la monitorización ambiental en las diferentes localidades afectadas y a grupos relacionados con la pesca deportiva y como establece mecanismos de bioseguridad para mitigar el impacto ambiental sobre el hábitat de la especie invasora.