Los macacos machos en estado salvaje y sin parentesco establecen relaciones cercanas y estables con otros machos de su grupo. El estudio, que publican investigadores alemanes en la revista Current Biology, confirma que estas relaciones son parecidas a las de amistad en seres humanos, y que la motivación para mantener estos lazos es de naturaleza política.
“Hemos demostrado que las ventajas de las relaciones sociales se acumulan a través de la manipulación de las relaciones propias y de las ajenas, ésta es una definición política”, declara Oliver Schülke, autor principal e investigador de la Universidad Georg August-Göttingen de Alemania.
Según el científico, “estos lazos no afectan directamente al acceso a recursos atractivos sino que también ayudan a los machos a subir posiciones en la escala social y a permanecer ahí arriba a costa de que otros machos pierdan su status”.
Schülke y el equipo se centraron en los machos salvajes de la familia del macaco de Assam (Macaca assamensis) que viven en su entorno natural de Tailandia. El estudio, que se publica en Current Biology, demuestra que los machos mantienen relaciones sociales con otros machos, ambos miembros pasan tiempo juntos y se asean unos a otros. “Estos vínculos no se limitan a un parentesco potencial”, aseguran los científicos.
Los machos con vínculos más fuertes con otros machos tendían a formar coaliciones que predecían un futuro dominio social. Los científicos también señalan que la fuerza de los lazos sociales de los machos estaba vinculada directamente con el número de crías que tenían. “Por primera demostramos que el hecho de tener amigos íntimos otorga más éxito a los machos en lo que se refiere al status social y a la paternidad”, afirma Ostner.
La amistad en otras especies
Un trabajo anterior sobre de los chimpancés, iniciado por la naturalista y etóloga Jane Goodall, demostró que los fuertes vínculos entre los machos fomentan la formación de alianzas en conflictos por el status.
Sin embargo, los científicos afirman que los chimpancés son diferentes a los macacos porque los primeros permanecen en sus grupos nativos durante toda su vida, y crean lazos con hermanos o al menos con otros machos con los que están seguros que vivirán durante largos periodos de tiempo. Por el contrario, todos los macacos machos abandonan, tarde o temprano, los grupos en los que han nacido, lo que produce una sociedad de machos mucho más fluida.
Los investigadores esperan que sus hallazgos se apliquen a otras especies, como los casos en los que los machos viven en grandes grupos con otros machos durante el tiempo suficiente para desarrollar vínculos y aprovecharse de ellos. Estos descubrimientos en primates también podrían arrojar luz en las vidas sociales de los humanos.
“Los resultados sugieren que la tendencia universal de los humanos a formar lazos sociales cercanos tiene sus raíces en la evolución en lo que se refiere a lo ajeno al clan familiar”, explican los investigadores. “Esta larga historia de la evolución de un rasgo social fundamental también podría explicar por qué la pérdida de una amistad o de la integración social tiene tan graves consecuencias para la salud psíquica y física de los seres humanos”, concluyen.