La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) publicó recientemente un informe sobre el estado actual de los océanos en el que recomienda cautela: los océanos se encuentran cada vez más amenazados por varios factores, entre ellos la contaminación, la sobreexplotación y el cambio climático.
Los océanos cubren más de la mitad del territorio total de los Estados miembros de la UE, pero en dicho territorio sólo cuenta con protección un porcentaje de las aguas marinas pequeño y muy inferior al de la cantidad de tierra protegida. Según el último informe de la AEMA, "tendemos a olvidarnos de que la degradación oceánica es una realidad que está en marcha desde hace ya muchas décadas".
Para alertar de la existencia de esta amenaza, la AEMA ha publicado el cuarto de su informe Diez mensajes para 2010. Cada uno de los mensajes versa sobre un aspecto de los ecosistemas y la biodiversidad de la UE. Este cuarto mensaje, recién publicado en la web de la agencia europea, detalla las consecuencias de las actividades humanas en los océanos y explica el motivo de que se deba intervenir con carácter urgente.
En él se subraya la escasez de datos integrados que permitan la conservación de los ecosistemas marinos, lo que hace que las variables desconocidas que influyen en la conservación de los ambientes marinos sean mucho más numerosas que las referidas a la conservación del medio terrestre.
La AEMA especifica los factores que en la actualidad ponen en peligro los océanos, entre ellos la sobreexplotación de las poblaciones pesqueras y la introducción de especies invasoras. La mayor parte de estos factores tienen su origen en actividades humanas.
Los científicos europeos no tienen duda: "Los océanos son esenciales para la vida humana; sus profundidades rebosan de especies marinas, de las que miles siguen siendo desconocidas para el ser humano. Los océanos funcionan en un complejo equilibrio con la atmósfera, el suelo y el cielo, regulando el clima, produciendo oxígeno y eliminando carbono de la atmósfera, lo que genera condiciones favorables para la vida en la Tierra". Sin embargo, el agravamiento de la contaminación y del cambio climático provoca la acidificación de los océanos, lo cual induce cambios en la distribución geográfica de las especies y, en última instancia, acaba desequilibrando sus ecosistemas.
Actualmente la biodiversidad marina se encuentra protegida por el establecimiento de reservas de conformidad con las Directivas sobre habitats y sobre aves de Natura 2000, una red de ámbito europeo dedicada a la protección del medio ambiente, pero ha habido tanto dificultades a la hora de identificar los lugares más adecuados como retrasos en la evaluación de su estado.
Un enfoque basado en los ecosistemas
Según los expertos, existen pruebas de que el establecimiento de zonas marinas protegidas permite a los ecosistemas marinos recuperarse de los daños sufridos. El grado de recuperación viene determinado por la extensión de dicha zona y por su antigüedad.
Los gobiernos europeos coinciden en que un enfoque basado en los ecosistemas es la mejor forma de acometer toda intervención relacionada con el medio ambiente marino. Éste será el enfoque que se aplicará para alcanzar las metas de la estrategia intersectorial integrada para el aprovechamiento sostenible de medio ambiente marino, la cual viene siendo aplicada en virtud de la Directiva marco sobre la estrategia marina y de la política marítima integrada de la UE.
La AEMA recomienda también que las sinergias entre el marco de la política marina y marítima y las políticas marinas ya establecidas contribuyan a preservar la biodiversidad marina en la UE.
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Para más información:
Agencia Europea del Medio Ambiente:
http://www.eea.europa.eu/
Natura 2000:
http://www.natura.org/