El 46,31% de los profesores de la Comunidad de Madrid que participaron en un estudio sobre sus habilidades digitales presentaron un perfil negativo en estas competencias. Es la principal conclusión de una investigación dirigida por la Universidad Complutense de Madrid en la que participaron más de 1.400 docentes. La edad y la falta de formación digital explican este bajo nivel tecnológico, algo que repercute negativamente en los alumnos.
Desde los primeros cursos, los estudiantes deben adquirir sus competencias digitales en la enseñanza obligatoria. Así lo establecen las últimas leyes educativas (LOE y LOMCE), que chocan con una realidad social: el bajo perfil digital de gran parte de los profesores.
“El problema que hemos detectado en nuestro estudio es que el profesorado, generalmente, no está preparado para el desarrollo de estas competencias en el niño debido a su propias carencias en el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC)”, afirma Mª José Fernández Díaz, decana de la facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y autora principal de la investigación, publicada en la revista Comunicar.
En colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), los investigadores analizaron el perfil digital de 1.433 profesores de 80 centros públicos, privados y concertados de la Comunidad de Madrid. El 53,73% daba clases en educación primaria, el 42,78% lo hacía en educación secundaria y el 3,49%, en ambos niveles.
Por sexos, el 66,57% eran mujeres y el 33,43%, hombres, con edades comprendidas entre los 26 y los 45 años en su mayoría. Los docentes tuvieron que completar un cuestionario en el que se analizaba su perfil en TIC, de acuerdo a los estándares establecidos por la UNESCO.
Los resultados revelan que el 39,71% tenía un perfil de formación docente en TIC “medio”, una proporción muy similar a la de los profesores con perfil “pobre”, que eran el 36,85%. El nivel más bajo, “muy pobre”, lo registró el 9,56% de los docentes. “En otras palabras, el 46,31% de los profesores presentó un perfil negativo en formación de TIC”, resumen los autores.
La edad fue uno de los factores determinantes en el nivel de competencias. “De los docentes que participaron en el estudio, aquellos que tienen más edad (55-66 años) poseen un perfil de formación docente en TIC mucho más bajo que los que son más jóvenes o tienen menor experiencia”, destaca Francisco José Fernández Cruz, profesor de la UFV y otro de los autores del estudio.
De hecho, los profesores de entre 20 y 25 años fueron los que mejor perfil registraron. El trabajo no reveló diferencias en cuanto a género.
La brecha con la Generación Z
Los autores destacan que, además de la edad, el factor más importante a la hora de desarrollar estas habilidades es la falta de formación continua en el puesto de trabajo. “Es importante profundizar en la definición de los planes de formación del profesorado que ayuden a mejorar la preparación de los actuales docentes en relación a su competencia digital y que haga reducir la brecha digital entre el profesor y su alumno”, plantea la investigadora de la UCM.
En su opinión, esta formación debería empezar en las facultades de Educación y seguir en los cursos de formación continua organizados por los organismos educativos públicos y privados.
Los investigadores alertan de la gran brecha digital que existe entre los alumnos –la conocida como Generación Z, nacidos entre 1995 y 2012– que son nativos digitales, y los profesores, denominados inmigrantes tecnológicos, lo que repercute negativamente en la formación de los menores.
“Si el profesor carece de las habilidades competenciales necesarias para desarrollar en sus clases metodologías innovadoras con el apoyo de las tecnologías, el alumno se ve limitado en sus aprendizajes de una manera evidente”, advierte Fernández Cruz.
Referencia bibliográfica:
Francisco José Fernández Cruz y Mª José Fernández Díaz. “Generation Z’s Teachers and their Digital Skills”, Comunicar 46, 2016. DOI: 10.3916/C46-2016-10.
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