Los vertidos y el urbanismo descontrolados amenazan las costas españolas

El boom inmobiliario, los vertidos orgánicos e industriales y la falta de planificación en torno a los puertos son los puntos negros de las playas españolas. Así lo revela un año más la organización Ecologistas en Acción en su informe Banderas Negras 2011. Esto es una barbaridad, presentado hoy en Madrid. El trabajo permite también identificar los principales lugares de la degradación.

Los vertidos y el urbanismo descontrolados amenazan las costas españolas
Un tramo muy urbanizado de la playa de Matalascañas. Imagen: Ecologistas en Acción.

El vertido de forma incontrolada de aguas residuales sin depurar supone un riesgo para la salud. Según los ecologistas, una de las banderas negras se la lleva la playa conocida como ‘Cascada de la Mierda’, en el Parque Natural de la Sierra Helada, en Valencia.

El informe Banderas Negras 2011. Esto es una barbaridad destaca que las comunidades autónomas de la costa “se saltan sistemáticamente la Directiva Marco de Aguas, ya que ninguna depura y reutiliza sus aguas como la ley contempla”. A esto se añade la condena a España por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea por verter este tipo de aguas en 38 áreas urbanas de más de 15.000 habitantes.

Ecologistas en Acción también denuncia en su trabajo casos relacionados con los vertidos industriales. Subrayan así las carencias de la ley de responsabilidad ambiental y los impactos producidos por los vertidos industriales en la costa. La ría de Huelva es el lugar más contaminado industrialmente.

El urbanismo, a examen

Para los ecologistas, el boom inmobiliario de España ha sido otro factor de la degradación de los recursos naturales marinos y de la calidad del suelo. Su desarrollo ha propiciado grandes complejos urbanísticos. Las banderas negras se han otorgado a las costas de Marbella y Fuengirola como los casos de mayor transformación y degradación por urbanismo en el litoral.

Según Jorge Sáez, responsable del Área Marina de Ecologistas en Acción, la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar ha tenido una “total falta de sensibilidad ambiental y de capacidad para tener una planificación estratégica, lo que le ha hecho incurrir en inversiones de alicatado de la costa por un valor de más de 170 millones”.

“La mayor parte de su presupuesto ha servido para hacer obras como paseos marítimos, rellenos y regeneraciones artificiales de playas, etc.”, añade el ecologista. La playa de la Barceloneta ha obtenido la Bandera Negra por ser el lugar más transformado y consumidor de dinero público de toda la costa: 60 millones de euros en los últimos cinco años.

El informe también denuncia la proliferación de Puertos del Estado por toda la costa porque “no cuentan con una justificación económica y ambiental y podrían suponer el mayor impacto de la costa española en el siglo XXI”.

Fuente: SINC
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