El Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos ha puesto en marcha un estudio que "permitirá identificar cuál es la mejor opción de tratamiento del cáncer colorrectal avanzado dependiendo del perfil de cada paciente". Un total de 53 hospitales de todas las comunidades autónomas han empezado ya a probar opciones terapéuticas teniendo en cuenta el número de células tumorales circulantes y la presencia o no de mutaciones, según señala esta asociación de oncólogos en un comunicado.
Oncólogos españoles del Grupo de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD) han puesto en marcha un estudio al que han demominado VISNU, "un trabajo pionero a nivel mundial que permitirá identificar cuál es la mejor opción de tratamiento del cáncer colorrectal avanzado según el perfil de cada paciente", señala esta asociación.
Según detallan los responsables de TTD en un comunicado, un total de 53 hospitales de todas las comunidades autónomas han empezado ya a probar opciones terapéuticas teniendo en cuenta, en primer lugar, el número de células tumorales circulantes (CTC) y a continuación la presencia o no de mutaciones (K-RAS, BRAF y PI3K).
“Sabemos que a mayor número de CTC, los enfermos evolucionan peor, pero es preciso investigar si en estos casos debemos aplicar un tratamiento más agresivo. Este estudio que ahora arranca nos dará las respuestas que necesitamos”, asegura el doctor Enrique Aranda, del Hospital Reina Sofía de Córdoba, uno de los coordinadores del estudio y presidente del TTD.
La mitad de los hospitales participantes ya están analizando los marcadores de los pacientes. Se selecciona primero a aquellos que ya no son candidatos a la cirugía. A todos ellos se les somete a una prueba, por ahora disponible solo en investigación, que permite contabilizar el número de CTC.
Elegir el mejor tratamiento
“La novedad que aporta el VISNU es que, por primera vez, nos da información sobre la mejor pauta de tratamiento para estos casos”, comenta el doctor Díaz-Rubio. A los pacientes se les está dividiendo según el número de CTC. Los que tienen más de 3 CTC, considerados de peor pronóstico, van a recibir una quimioterapia y un tratamiento biológico, en concreto el antiangiogénico bevacizumab, añade.
A aquellos con una cifra inferior a 3 se les determina el estado K-RAS: unos tendrán mutación y otros no, que son los denominados wild type. En estos últimos se analiza también si presentan mutación en los genes BRAF y PI3K. Todos ellos recibirán igualmente una pauta de quimioterapia y bevacizumab u otro anticuerpo como cetuximab
La máquina para cuantificar los CTC está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE UU, pero no está disponible en España fuera de estudios clínicos. Se trata de un test que requiere personal entrenado, con el coste que eso supone, pero también puede ser útil para otros tumores.
Herramienta útil para el oncólogo
En opinión de Díaz-Rubio, “debería ser una prueba a disposición del oncólogo en la misma medida que cuenta con marcadores tumorales séricos, un escáner o una resonancia, aunque fuera en cuatro o cinco grandes centros para todo el país. Cualquier especialista agradecería enormemente poder contar con esta herramienta que informa del pronóstico y que nos da la misma o mayor información que la imagen”.
El investigador señala que hay críticos que cuestionan si tiene o no suficiente valor predictivo para cambiar el tratamiento, y añade que por eso “es necesario hacer estudios, como VISNU, que confirmen si los pacientes con CTC altos necesitan un terapia más agresiva, que incluya un fármaco biológico”.
En los últimos diez años el tratamiento del cáncer colorrectal ha experimentado importantes progresos que han dado como resultado que se haya multiplicado la supervivencia de los pacientes con la enfermedad avanzada. Entre un 20% y un 30% de los casos se diagnostica ya en fase metastásica y, del resto, un porcentaje elevado acabará experimentando una progresión del tumor. De ahí la necesidad de identificar estrategias terapéuticas capaces, en unos casos, de revertir la metástasis para poder intervenir quirúrgicamente y en otros, la mayoría, tratar de cronificar la enfermedad con la mayor calidad de vida posible, señala el grupo.