Investigadores españoles y canadienses han aplicado una serie de estrategias de persuasión a un grupo de conductores que no tenían predisposición a dejar de usar el coche. Con estas medidas de transporte llamadas 'blandas', los participantes redujeron el uso del coche en un 5,3%. El estudio revela también que las mujeres, los estudiantes, los mayores de 50 años y los conductores con estudios superiores son los más predispuestos a elegir otras opciones para desplazarse.
Científicos del Instituto de Transporte y Territorio de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y del departamento de Ingeniería Civil de la Universidad de Toronto (Canadá) han aplicado acciones de fomento del cambio de movilidad basadas en estrategias de persuasión a un conjunto de conductores habituales (sin predisposición a dejar de usar su coche) residentes en Valencia. Consiguieron que redujeran el uso del coche de forma significativa.
Las estrategias de persuasión, publicadas en la revista Transportmetrica, consistieron en dar información detallada sobre alternativas de viaje y sobre el efecto que tendría este cambio sobre el coste y las emisiones, entre otros. Además se dieron charlas con especialistas en salud sobre los beneficios de caminar más y moverse en bicicleta comparado con el uso del coche. Los conductores también visionaron vídeos donde otras personas describían por qué han reducido recientemente el uso del coche.
Estas acciones se aplicaron solo a una parte de los participantes. El resto formó el grupo de control, y se recogió información sobre la movilidad habitual de todos los participantes antes y después de aplicadas las acciones.
“Se trata de medidas muy estudiadas, que fueron diseñadas con todo detalle. Utilizamos cuestionarios psicológicos para identificar barreras al cambio, y a partir de ellas definimos las acciones. Además, la evaluación antes y después se hizo con encuestas de movilidad en profundidad, que incluían entrevistas personales y seguimiento mediante móvil inteligente y llamadas de teléfono”, apunta Tomás Ruiz, investigador del Instituto de Transporte y Territorio de la UPV.
32.000 viajes menos al día en Valencia
En conjunto, los participantes en las acciones de cambio de movilidad redujeron el uso del coche un 5,3%. Si las acciones se aplicaran a toda la población de conductores habituales de la ciudad de Valencia, se podría conseguir una reducción de 32.000 viajes diarios en coche, y un ahorro de aproximadamente 27 toneladas de emisiones diarias de CO2.
“Se trata de medidas de transporte sostenible llamadas 'blandas', que, bien diseñadas y correctamente aplicadas, son muy efectivas: con muy poca inversión, se consiguen cambios en la movilidad que redundan positivamente en la reducción de emisiones contaminantes y el consumo de energía”, señala Ruiz.
Por sectores de población, el estudio revela que las mujeres se muestran más predispuestas que los hombres a dejar de usar el vehículo propio y cambiarlo por el transporte público o la bicicleta, entre otros. Los estudiantes, los mayores de 50 años y aquellos conductores con estudios superiores son los más predispuestos a dejar su coche aparcado y elegir otras opciones para desplazarse.
Los semáforos, cruces de grandes avenidas y rotondas, enemigos del peatón
En un segundo estudio, publicado en la revista Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour, los científicos analizaron los elementos del ambiente urbano que son positivos o negativos a la hora de convencer a las personas para que elijan caminar cuando tienen que desplazarse en distancias cortas para ir al trabajo, a la universidad o al centro médico. Además, estudiaron los elementos que influyen en hacer los itinerarios peatonales más o menos confortables.
Entre sus principales conclusiones, el trabajo advierte del “olvido” de los semáforos hacia el peatón, pues priorizan en la mayor parte de las ocasiones al tráfico rodado, y señala a los cruces de grandes avenidas y rotondas como sus grandes enemigos. La seguridad del itinerario peatonal y una iluminación adecuada son elementos importantes a la hora de decidir desplazarse a pie.
Por otro lado, los aspectos que hacen más confortable un itinerario peatonal son la anchura de las aceras, la presencia de árboles, y una intensidad de tráfico baja. Las terrazas de bares en aceras y los bolardos son percibidos como obstáculos importantes.
“Por tanto, para favorecer la movilidad peatonal, es importante ubicar árboles en calles anchas, revisar la política de concesiones de terrazas, y elegir diseños apropiados para los bolardos en aceras”, concluye el experto.
Referencias bibliográficas:
Pablo García-Garcés, Tomás Ruiz & Khandker M.N. Habib. "Effect of travel behaviour change programmes on time allocated to driving". Transportmetrica A: Transport Science DOI: 10.1080/23249935.2015.1074953
Sheila Ferrer, Tomás Ruiz, Lidón Mars. "A qualitative study on the role of the built environment for short walking trips". Transportation Research Part F: Traffic Psychology and Behaviour. doi:10.1016/j.trf.2015.07.014