Ya está en los kioscos el primer número en español de la revista mensual de avances y divulgación en ciencia y tecnología más leída del mundo.
Como lo hiciera en 1872 la edición estadounidense, que en la actualidad cuenta con 6.656.000 lectores y 1.394.408 ejemplares vendidos, Popular Science nace con una voluntad de diálogo e intercambio con todos los comunicadores de la ciencia de España y Latinoamérica.
La edición española, de carácter mensual, pretende descubrir al público general los últimos avances científicos, y desvelar las claves del desarrollo tecnológico, desde las aplicaciones más cercanas a la vida cotidiana a las grandes innovaciones y la investigación de frontera. “Los contenidos no fuerzan la realidad más allá del dato científico, pero se utilizan referentes populares para acercar la ciencia a la gente”, explica a SINC José Manuel Abad, director de la publicación.
En su número de lanzamiento, la revista dedica su portada al diseño y la fabricación de los exoesqueletos, 'trajes-robots' que potencian las capacidades mecánicas del cuerpo humano. En este caso, es la figura de Iron Man es la que da paso a aplicaciones tecnológicas ya existentes. “Hay muchos temas que si se mencionan literalmente resultan alejados. A la gente no le interesa nada que no tenga que ver con su enciclopedia personal”, comenta Abad.
La interpelación directa a quien lee
Frente a lo aséptico y poco atractivo que resulta un titular que comienza “La universidad de Harvard ha realizado un estudio...”, Popular Science presenta titulares que llaman la atención, con la fuente clara y destacada. Y una interpelación directa al lectorado. “En prensa convencional no hay esa interpelación, pero poco a poco se tiende a la interrelación directa y esto puede dar una falsa apariencia de falta de mercado”, dice Abad, “por eso, la gente que tiene curiosidad por la tecnología y por la ciencia querrá leer esta revista”
La revista analiza las últimas técnicas de curación de las principales enfermedades cerebrales e incluye un reportaje sobre la tecnología dedicada a la detección de aspectos hasta ahora íntimos de la mente humana, como la ideología o las creencias religiosas. También se publica una entrevista con el científico y autor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, recientemente fallecido, en la que explica sus “predicciones tecnológicas” para el futuro, como el ascensor espacial, la base lunar o el replicador universal.
La edición española, que no es una traducción de los contenidos de la versión estadounidense, cuenta con un equipo numeroso de periodistas y divulgadores en contacto con el equipo de Nueva York. De forma conjunta, el equipo valora los contenidos de EE UU que pueden resultar de interés en Europa. Así, el anonimato en la red se trata en la edición americana, pero en la versión española se publica un artículo escrito por la experta en hackers y software libre, Mercé Molist.
Abad no oculta su objetivo: “Sin complejos, queremos hablar de la tecnología de consumo, pues hay un excesivo pudor con este tema, y hay mucho desconocimiento de toda la I+D que hay detrás de un ipod, por ejemplo”. Huelga decir que Popular Science España cuenta con un equipo de científicos asesores que revisan los contenidos de la revista. La revista costará un euro.