La Universidad Pompeu Fabra y la empresa tecnológica Everis han creado una serie de animación que quiere ir más allá de fomentar el interés por la tecnología, la creatividad y la innovación entre los jóvenes.
Noa & Max. Atrapados en Electronia es una serie de animación preparada e impulsada por el Grupo de Tecnologías Interactivas (GTI), grupo de investigación que dirige José Trigo en el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la Universitat Pompeu Fabra, conjuntamente con Everis, la consultora de estrategia, negocio, aplicaciones tecnológicas y outsourcing, y que cuenta con la financiación de la FECYT.
Se trata de una serie para jóvenes de 10 a 14 años, que va de la mano de una campaña de comunicación con el objetivo de fomentar entre los jóvenes las vocaciones científicas y tecnológicas, el aprendizaje, el talento innovador y la creatividad en torno a las TIC, de una manera diferente, acercándose a la juventud de una manera coloquial, aportando soluciones a las actividades cotidianas y fomentando el que sus creadores llaman "low C creativity".
La serie se basa en el interés de Everis y la UPF para el fomento de las vocaciones científico-tecnológicas y el talento innovador entre los estudiantes, y su argumento se apoya en el estudio Factores influyentes en la elección de estudios científicos, tecnológicos y matemáticos (2012) , realizado por Everis entre 4.700 alumnos de ESO y Bachillerato.
"Nosotros queremos ir más allá aplicando nuestra experiencia, nuestros conocimientos y nuestra ilusión para crear una nueva plataforma audiovisual a través de la cual podamos fomentar la creatividad y el talento innovador TIC entre los jóvenes de 10 a 14 años", han manifestado sus creadores.
Hasta ahora, Noa & Max se ha presentado en más de doscientos estudiantes con motivo del Escolab y se presentó en la Muestra Internacional de Cine de Animación de Cataluña (Animac) que se celebró en Lleida el pasado mes de marzo.
Dos adolescentes inquietos
Se están produciendo cuatro capítulos piloto de tres minutos de duración que plantean diferentes retos científico-tecnológicos. Noa y Max, los protagonistas de la serie, deberán superar unos obstáculos ayudándose de sus habilidades, con lo que los creativos del proyecto han abierto un proceso de elaboración de materiales didácticos para que los profesionales docentes tengan nuevas herramientas para trabajar en las escuelas a través de Internet y de la ficción, nuevas herramientas lúdicas ya la vez pedagógicas.
Noa es la mayor, una adolescente de 14 años, rebelde y aficionada a la música y a la vez tímida, que sueña en formar un grupo musical con su novio. Sus creadores la han imaginado como una chica actual, inquieta, que no soporta los convencionalismos, que busca en sí misma sus mejores capacidades, aunque no le gusta estudiar ni la monotonía.
Max, el hermano pequeño de Noa, tiene 12 años. Es perezoso pero tiene un gran espíritu aventurero. Como su hermana, no le gusta tener que terminar los deberes para poder jugar y lo que tampoco le gusta nada son las ciencias y la tecnología.
Este proyecto va dirigido en primer lugar a los jóvenes, pero está abierto a la participación de profesionales de diferentes ámbitos que se quieran incorporar al equipo para desarrollar, compartir y aprender juntos según un nuevo modelo de aprendizaje basado en las nuevas tecnologías, en las nuevas formas de producción y de participación crowdfunding.
El pájaro robótico PigeonBot II, probado con éxito en un túnel de viento y de manera autónoma al aire libre, logra volar de manera similar a estas aves, sin aleta vertical. Sus aplicaciones abren el camino para diseñar aviones más eficientes en combustible.
La Fundación BBVA ha galardonado al informático japonés, de la Universidad Carnegie Mellon (EE UU), por crear los algoritmos que permiten a las máquinas comprender las imágenes y procesar los movimientos. Sus técnicas están presentes en los coches autónomos, los drones y todos los robots con capacidad de visión, como los que se usan en cirugía.
