Con el objetivo de prohibir el uso del diclofenaco, un medicamento utilizado para tratar al ganado y causante de la práctica extinción de buitres asiáticos en los años 90, unos 300 científicos y ornitólogos elevaron ayer, al término del XXII Congreso Español de Ornitología, una petición al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a la Agencia Europea del Medicamento y Productos Sanitarios y a la Comisión Europea.
Desde el año 2013, el diclofenaco es el antiinflamatorio autorizado y empleado en España, Italia y Letonia para tratar a reses, cerdos y caballos que sufren dolor. Sin embargo, este mismo fármaco fue letal para las poblaciones de tres especies de buitres de la India, cuyo gobierno, junto al de Nepal, Pakistán y Bangladesh, prohibió su uso en 2006.
Los más de 300 científicos y ornitólogos que se han reunido durante el XXII Congreso Español de Ornitología organizado por SEO/BirdLife del 6 al 9 de diciembre tienen ahora un objetivo común: conseguir la prohibición del uso de este medicamento veterinario en la Unión Europea, y “especialmente en España, debido al gran riesgo que supone para las poblaciones de aves necrófagas”, como los buitres y algunas especies de águilas –águila imperial ibérica (Aquila adalberti), águila imperial oriental (Aquila heliaca) o águila moteada (Aquila clanga)–.
Para ello, al término del congreso ayer, solicitaron a la dirección de SEO/BirdLife que elevara la demanda al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a la Agencia Europea del Medicamento y Productos Sanitarios y a la Comisión Europea.
Y lo hicieron “sobre la base de la sólida información científica existente” respecto al daño que produce en las aves carroñeras que ingieren animales tratados con esa sustancia y apelando al “principio de precaución que impera en la Unión Europea en materia ambiental”.
Una alternativa es posible
Además de la prohibición del diclofenaco, los expertos pidieron la suspensión temporal para la venta y uso de otro medicamento, el flunixin –con efectos posiblemente similares al diclofenaco– “hasta que no se haya llevado a cabo una evaluación de su impacto sobre la fauna necrófaga”.
Con esta idea, los ornitólogos exigieron también establecer, a la mayor prontitud, “un procedimiento reglado que permita evaluar el impacto de los medicamentos de uso veterinario en la fauna carroñera, tanto de los ya autorizados como los que puedan llegar a autorizarse”.
Según los científicos, el efecto letal que tiene el diclofenaco sobre los buitres y otras especies de carroñeros está “absolutamente demostrado”. Recuerdan que no es necesario recurrir a esa sustancia, puesto que existen otras, como el meloxicam, igual de efectiva para el tratamiento del ganado pero que no daña a las aves.
La labor de estas aves carroñeras es vital. Prestan un gran servicio a los ganaderos y la sociedad al retirar y limpiar del terreno animales muertos, tarea que costaría grandes cantidades de dinero si se intentara eliminar los cadáveres de otra manera.