La puesta en marcha de la central nuclear de Ascó I (Tarragona) iniciada el domingo, tras casi dos meses parada por tareas de recarga, se suspendió a última hora de ayer debido a la activación de un canal de medida del flujo neutrónico “por un error humano”. Este desajuste técnico provocó la parada automática y no programada del reactor, según informa el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en un comunicado.
El titular de la central nuclear Ascó I (Tarragona), un consorcio de empresas integrado por el Grupo Endesa e Iberdrola, ha notificado al CSN que se ha producido una parada no programada del reactor a las 22:35 horas de ayer.
Siguiendo el procedimiento reglamentario los responsables de la central han informado que el suceso se debió “a la activación de dos de los cuatro canales de medida del flujo neutrónico en rango de potencia, lo que provocó la correspondiente parada automática del reactor”. Éste se mantendrá detenido, con la planta estabilizada en condiciones seguras, mientras se investiguen las causas del incidente.
La planta estaba realizando pruebas en uno de los canales, y por “un error humano” se activó otro simultáneamente. Estos canales, en los que se estaban realizando diversas pruebas, se emplean para medir la potencia del reactor.
La unidad I de Ascó se había conectado a la red eléctrica el pasado domingo tras finalizar los trabajos de recarga de combustible iniciados el pasado 24 de mayo. Cuando ocurrió el suceso de los canales la planta se encontraba funcionando alrededor del 45% de potencia.
El CSN ha clasificado, de forma preliminar, con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) el suceso, y ha confirmado que el incidente no ha supuesto riesgo para la población ni el medio ambiente. Todos los sistemas de seguridad han actuado correctamente y el titular ya se encuentra acometiendo las labores necesarias para poder volverse a conectar a la red.
De las seis centrales nucleares (ocho reactores) que existen en España, las situadas en Cataluña (Ascó I, Ascó II y Vandellós II) están gestionadas por la misma asociación empresarial, y en conjunto producen anualmente más de 24 mil millones de kilovatios hora de electricidad, lo que supone aproximadamente el 75% de la energía eléctrica que se genera en esta comunidad.
En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.
La metodología diseñada por la Universidad de Murcia y el CSIC identifica las regiones donde el sol y el viento ofrecen, conjuntamente, menos fluctuaciones en la producción de energía. A través de la sistema Climax se pueden planificar el emplazamiento y uso compartido de estas renovables para aumentar la estabilidad del suministro.
