11 de febrero: Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia

Persisten los obstáculos para que las mujeres accedan a los altos cargos en ciencia

El informe Científicas en Cifras 2017 pone de manifiesto el estancamiento del número de mujeres que acceden a la carrera investigadora en España, que se mantiene en un 39 % desde 2009. La brecha de género es más pronunciada en los cargos de mayor rango. Hoy solo hay ocho rectoras en las 50 universidades públicas españolas.

Persisten los obstáculos para que las mujeres accedan a los altos cargos en ciencia
La proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador se mantiene en el 39 % desde 2009. / Adobe Stock

Esta mañana se han dado a conocer en Madrid los datos del informe bienal Científicas en Cifras 2017 con el propósito de identificar la brecha de género en el ámbito científico y adoptar nuevas actuaciones en favor de la igualdad efectiva. El documento ha sido presentado por la Unidad de mujeres y ciencia del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).

Según ha señalado la secretaria de Estado de Universidades de I+D+I, Ángeles Heras, los datos que se extraen de documento “distan de ser los deseables para la ciencia en España y para lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres”.

Las universidades públicas españolas siguen contando con solo un 21 % de mujeres catedráticas

La responsable ha puesto de relieve la gran brecha de género que existe en los cargos de mayor rango, “mientras que sí hay equilibrio de género en las categorías intermedias e inferiores, lo que indica una clara segregación vertical”.

En este sentido, las universidades públicas españolas siguen contando con solo un 21 % de mujeres catedráticas. Esta proporción en la categoría de mayor nivel continúa siendo algo mayor en los organismos públicos de investigación (OPIs), con un 25 % de investigadoras en los grados más altos, pero lejos aún del porcentaje de mujeres en el total del personal investigador de OPIs (42 %). En las universidades privadas españolas en la categoría de mayor nivel hay un 28 % de mujeres.

La mayor brecha de género continúa estando en los cargo de máximo nivel: las rectoras suponían un 8 % del total en 2017 en las universidades públicas. Al cierre del informe había cuatro rectoras en las 50 universidades públicas españolas. Esta cifra ha cambiado, ya que en la actualidad hay un total de ocho rectoras (16%), según ha comentado Heras durante su presentación.

En el caso de los OPIs la proporción de directoras generales o presidentas de estas entidades pasó al cierre del documento del 0% al 12,5%. Esto se debió al nombramiento de Rosa Menéndez como primera mujer presidenta del CSIC, en noviembre de 2017.

Además, la secretaria de Estado ha destacado que en 2018 se procedió al nombramiento de Raquel Yotti como directora del Instituto de Salud Carlos III y Ester Esteban, al frente del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria. Con estos datos, no incluidos en el informe, la proporción de mujeres directoras de OPIS pasaría del 12,5 % al 37,5 %.

Un dato preocupante que aparece en el informe es, según Heras, el estancamiento del número de mujeres que acceden a la carrera investigadora en España. La proporción de mujeres en el conjunto del personal investigador se mantiene en el 39 % desde 2009. Aunque ha mejorado levemente en los sectores de la administración pública (48%) y universidades (43%), sigue siendo muy baja entre el personal investigador del sector empresarial (31%).

En estos momentos hay ocho rectoras y tres responsables de organismos públicos de investigación

Esto significa, en opinión de la secretaria de Estado, que las ciencias no son muy “atrayentes” para las chicas. Por ello, ha dicho, todavía “hay mucho por hacer, ya que en el futuro los trabajos mejor remunerados y valorados pertenecerán a las careras STEM”.

Heras ha apuntado que desde el Gobierno y desde FECYT están trabajando para hacer llegar a las niñas modelos de mujeres científicas de todas las edades para eliminar estereotipos asociados a las chicas que estudian ciencias. “Es necesario que vean que las científicas somos mujeres normales. No hace falta más que tener vocación y estudiar”.

El informe también señala que en el ámbito de la financiación, el techo de cristal se observa en el caso de las convocatorias de ayudas a proyectos de I+D+I del Plan Estatal, donde en cada una de las comisiones técnicas de evaluación de proyectos se desempeñan cargos de presidencia, vicepresidencia y secretaría de la comisión.

En la convocatoria de 2016 del plan las mujeres están notablemente infrarrepresentadas en los dos cargos de mayor nivel (24 % de las presidencias y 22 % de las vicepresidencias) de estas comisiones, mientras que hay paridad (50 % mujeres) en las secretarías, indica el informe.

Asimismo, se observa en universidades y OPIs una segregación horizontal de género en algunas áreas científico-tecnológicas. La mayor infrarrepresentación de investigadoras en el caso de las universidades públicas se encuentra en ingeniería y tecnología, con un 24 % de mujeres entre su personal investigador y un solo punto de mejora respecto al periodo anterior.

Desventajas en el acceso a la financiación

En el acceso a la investigación financiada con fondos públicos –ayudas a proyectos de I+D+I– también se observan brechas de género a favor de los hombres en las tasas de éxito: siete puntos porcentuales más para los investigadores principales (49%) que para las investigadoras principales (42 %) en la convocatoria de 2016 (último año analizado).

El conjunto de datos pone de manifiesto que continúan siendo necesarias las políticas activas de igualdad de género en los OPIs y universidades, así como en la financiación de ayudas a proyectos y recursos humanos de I+D+I, ha dicho Heras.

“Tenemos que hacer llegar a las niñas modelos de mujeres científicas de todas las edades para eliminar estereotipos”, ha dicho la secretaria de Estado

En cuanto a los tipos de medidas de igualdad implementadas, el más extendido en las universidades es el relativo a protocolos internos para la prevención y protección frente al acoso sexual y sexista (aplicada por el 98% de las universidades públicas y el 83% de las privadas que participaron en el estudio). En los OPIs, el tipo de medida más extendida (aplicada por el 100%) es la relativa a procedimientos y criterios que garanticen la igualdad efectiva en la selección, contratación y promoción de personal investigador.

El tipo de medida más extendida respecto al total de las entidades analizadas es el que se refiere a la conciliación de la vida personal, laboral y familiar desde la corresponsabilidad institucional, enfocada especialmente a eliminar barreras en el acceso y promoción en la carrera investigadora (implementada en el 83% de los OPIs, así como en el 72% de las universidades públicas y también en el 72% de las privadas participantes en el estudio.

Por último, la estructura para la igualdad de género más extendida en las universidades es la unidad de igualdad de género con la que cuentan el 96% de las universidades públicas y el 66% de las privadas.

Fuente: SINC
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