Inspirado por su propio hijo, un investigador japonés ha desarrollado burbujas jabonosas cargadas de granos de polen que consiguen una delicada y efectiva polinización. La técnica ayudaría a contrarrestar el declive de los polinizadores naturales.
Hace unos años, al investigador japonés Eijiro Miyaro, del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Japón, se le ocurrió una innovadora manera para polinizar las flores debido a la creciente desaparición de las abejas por el cambio climático y los pesticidas. Creó un insecto robótico, una especie de dron no tripulado de dos centímetros que liberaba el polen de manera artificial chocando contra los pétalos. Pero eso acababa destruyendo las flores.
No satisfecho con los resultados, Miyaro siguió pensando en una alternativa más respetuosa con las flores que pudiera hacer la función de la polinización sin estropear las plantas. La idea llegó mientras jugaba con su hijo con unas pompas de jabón en el parque cerca de su casa.
“Una burbuja golpeó accidentalmente la cara de mi hijo, pero no sufrió ningún daño. Todo el mundo sabe que es esto es normal porque las pompas son suaves, ligeras y flexibles”, detalla a SINC Mirayo. Así nació la inspiración para su nueva técnica polinizadora de flores y que se publica ahora en la revista iScience.
Inmediatamente pensó que las burbujas tampoco le causarían ningún perjuicio a las flores y quiso comprobarlo. “Mi hijo se puso a llorar porque usé la solución. Le tuve que comprar otro juguete para que dejara de llorar”, recuerda el científico.
En ese momento se dio cuenta de que las pompas serían un material ideal para cumplir la misión de liberar granos de polen, sobre todo en plantas frutales, y podrían completar la tecnología de polinización robótica iniciada por él mismo. Confirmó el fenómeno con microscopía óptica en su laboratorio.
“Suena a fantasía, pero la burbuja de jabón funcional permite una polinización efectiva y asegura que la calidad de las frutas sea la misma que con la polinización manual convencional”, dice el autor. Las burbujas permiten de este modo la entrega efectiva y conveniente de granos de polen a flores específicas, que no son dañadas gracias a la gran flexibilidad de la pompa.
El investigador y Xi Yang, coautor del estudio, elaboraron una solución química neutralizando un surfactante que permitía una mejor germinación y crecimiento del polen en cada grano después de ser depositado en la flor y analizando las concentraciones de jabón más efectivas, ya que la sustancia convencional podía ser demasiado tóxica.
Tras comprobar su eficacia, los científicos lanzaron con pistolas pomas de jabón cargadas con 2.000 granos de polen por burbuja en un huerto de peras donde crecieron frutas con éxito. Después cargaron un dron autónomo controlado por GPS con pompas de jabón que lanzaron a lirios falsos (ya que las flores ya no estaban en flor) desde una altura de dos metros. Alcanzaron sus objetivos en un 90 %.
“Estoy seguro de que esta tecnología con pompas de jabón permitirá grandes avances y mejoras en comparación con la polinización microrobot anterior, sobre todo términos de control automático del robot y por las funcionalidades del material”, indica a SINC.
Según Miyako, este enfoque de la polinización es prometedor porque el 90 % de las plantas con flores dependen para reproducirse de los polinizadores, cuyos números están disminuyendo dramáticamente. Las otras opciones, como la polinización manual, son trabajos muy duros para los agricultores.
Sin embargo, la polinización artificial tiene ciertas deficiencias en este caso. Con las pompas de jabón, el clima es clave: las gotas de lluvia pueden eliminar las burbujas que contienen el polen de las flores, mientras que los fuertes vientos podrían hacerlas descarriar. Muchas burbujas no llegan a su objetivo, por lo que aún se necesita desarrollar una polinización robótica autónoma de mayor precisión.
Referencia:
Xi Yang y Eijiro Miyaro. “Soap Bubble Pollination” iScience 17 de junio de 2020