Los Premios de Investigación 2010 de la Real Academia Gallega de Ciencias recayeron en la USC

Premiada una investigación que permitirá evitar el uso de antibióticos en la lucha contra procesos infecciosos

El trabajo científico galardonado con el Premio de Investigación 2010 de la Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC), dotado con 6.000 euros, abre una vía alternativa a los tratamientos con antibióticos y a los problemas que se derivan de su uso en la lucha contra las bacterias que provocan infecciones en los seres humanos y también en otras especies animales.

Premiados
Ana María Otero Casal y Manuel Romero Bernárdez, del Departamento de Microbioloxía y Parasitoloxía de la USC proponen una vía alternativa a la eliminación de los patógenos mediante antibióticos. Foto: Actualidad Universitaria.

Así lo anunció esta mañana en la sede de la RAGC, en Santiago de Compostela, su presidente, Ernesto Viéitez, que también informó sobre la concesión del premio para investigadores jóvenes, dotado con 2.000 euros, a un proyecto que desvela nuevos factores para que las predicciones meteorológicas y climáticas sobre la Península Ibérica sean realmente fiables.

Tal y como expuso Viéitez, ambas investigaciones galardonadas son obra de equipos científicos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC). Los premios, que en esta edición cumplen su vigésimo aniversario, serán entregados en una ceremonia que tendrá lugar el 2 de diciembre en el edificio de la RAGC.

En su proyecto ‘Interceptación de señales de comunicación bacteriana en bacterias aisladas de en medio marino’, Ana María Otero Casal y Manuel Romero Bernárdez, del Departamento de Microbioloxía y Parasitoloxía de la USC proponen una vía alternativa a la eliminación de los patógenos mediante antibióticos: actuar sobre los procesos de comunicación que establecen entre ellos para organizarse y atacar, desactivando así las posibilidades que tienen de infectar el organismo y permitiendo que sean eliminados por las defensas naturales del cuerpo. Esta investigación, según explicaron los autores del trabajo esta mañana, es un ejemplo de trabajo de ciencia básica que, aún sin dar lugar a resultados de aplicación práctica directa, es portador de un elevado potencial tecnológico para la industria farmacéutica.

Las bacterias no actúan de manera aislada, sino que se sabe que comunican su presencia a las demás usando pequeñas moléculas denominadas señales de quorum. Esto les da la capacidad de detectar la densidad de población total y determinar si es la suficiente para provocar una infección del organismo en el que se encuentran. La conducta de ataque de las bacterias se asemeja así a la de un ejército bien organizado: hasta que están seguras de que hay suficientes soldados para tener éxito en la batalla, no atacan. Este proceso se denomina ‘quorum sensing’, lo que podría traducirse por ‘percepción de quorum’, sin lo cual no activan su patogeneidad para superar las barreras defensivas del huésped y provocar la infección.

Normalmente, un proceso infeccioso se combate mediante el uso de antibióticos, que actúan tratando de destruir las bacterias patógenas. Esta estrategia desemboca con frecuencia en que los patógenos son capaces de generar resistencia y, por lo tanto, los antibióticos dejan de ser efectivos. Además, está comprobado que estos medicamentos pueden alterar la flora intestinal. Ante estas circunstancias, la propuesta de alternativas a los tratamientos con antibióticos, en un momento además en el que está constadado el habitual abuso de ellos por parte de la población, ofrece muchas ventajas.

La nueva e interesante estrategia para luchar contra la infección consiste en impedir el ‘quorum sensing’ destruyendo las señales que posibilitan la comunicación entre las bacterias. Estos mecanismos de interceptación de la comunicación bacteriana se llaman de forma genérica ‘quorum quenching’ y tienen la ventaja de que, al no actuar directamente sobre los patógenos, se evitan los fenónemos de resistencia. Atenuando la capacidad infecciosa de estas bacterias se posibilitaría que estas fueran eliminadas por las defensas naturales del cuerpo.

Aún cuando la estrategia descrita en el trabajo es de tipo general y puede aplicarse a cualquier ser vivo, la investigación galardonada se centró en la búsqueda de bacterias marinas con actividad quorum quenching que puedan ser utilizadas en el control de las infecciones de los peces, y por lo tanto en la industria de la acuicultura, con un alto riesgo de infecciones por la elevada densidad de población que se concentra en las granjas. Dado que el uso de antibióticos está prácticamente prohibido en la cría de peces, la estrategia de quorum quenching se revela cómo una interesante opción para atajar el problema.

Los científicos de la Universidade de Santiago de Compostela encontraron 19 bacterias en el mar capaces de inactivar un amplio espectro de señales de quorum y por lo tanto con potencial para ser utilizadas para inhibir la comunicación en un gran número de patógenos, lo que abre la puerta a terapias alternativas a los antibióticos con una acción menos agresiva sobre la salud del ser vivo y sobre el medio ambiente. Dos de estas cepas ya fueron patentadas por la USC con el patrocinio de la Fundación Genoma España. En la actualidad, el grupo de investigación está centrando sus esfuerzos en clonar los genes responsables de esta actividad para ampliar el abanico de aplicaciones biotecnológicas de estas cepas.

La influencia de las aguas subterráneas en el clima

Lucía Gestal Souto, Alberto Martínez de la Torre y Alexandre Ríos Entenza, del Departamento Física de la Materia Condensada de la USC, se hicieron con el Premio de Investigación 2010 investigadores jóvenes (menores de 28 años) con el trabajo ‘El papel de las aguas freáticas en las interracciones tierra-atmósfera, en el clima y en el régimen pluviométrico de la Península Ibérica’.

El proyecto premiado investiga un factor hasta ahora ignorado en los estudios sobre la dinámica de las precipitaciones y su repercusión en el clima: el papel de las aguas subterráneas. El trabajo de este equipo de la Universidade de Santiago, centrado sobre la Península Ibérica, desvela que la infiltración y almacenamiento de aguas en el subsuelo provoca, como resultado de las interacciones entre la tierra y la atmósfera, un grado mayor de incidencia de las precipitaciones. Incorporar la dinámica de las aguas subterráneas a los modelos meteorológicos y climáticos permitirá mejorar la fiabilidad de las predicciones meteorológicas y climáticas, en particular en lo relativo a la precipitación en el interior de la Península Ibérica.

Esta precipitación ‘extra’ debida al reciclaje de humedad en los procesos tierra-atmósfera supone en primavera valores superiores al 20% en áreas como la Meseta Sur, la zona central de la Península y el área del Levante, resultando ser del mismo orden que el descenso que se espera en las precipitaciones como consecuencia del cambio climático sobre la Península Ibérica.

Fuente: RAGC
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