El trabajo científico galardonado con el Premio de Investigación 2010 de la Real Academia Gallega de Ciencias (RAGC), dotado con 6.000 euros, abre una vía alternativa a los tratamientos con antibióticos y a los problemas que se derivan de su uso en la lucha contra las bacterias que provocan infecciones en los seres humanos y también en otras especies animales.