Después de más de dos décadas de investigación, científicos tailandeses y estadounidenses han presentado hoy en rueda de prensa en Bangok la primera vacuna con eficacia probada contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida), que afecta a 33 millones de personas en el mundo, según el Programa de la ONU contra el Sida (ONUSIDA).
La vacuna, presentada hoy por los científicos del ejército de EE UU y del ministerio de Salud de Tailandia, es una mezcla (RV144) de dos vacunas antiguas que habían fracasado por separado: la ALVAC (de la multinacional farmacéutica Sanofi Pasteur), basada en el virus aviar canary pox, y la AIDSVAX de VaxGen, una pequeña farmacéutica de San Francisco que fue comprada por una organización no lucrativa, Global Solutions for Infectious Diseases. Los científicos desconocen las razones por las que ha funcionado esta mezcla.
“Los propios investigadores no creen que estas dos sean las vacunas candidatas que van a pasar a una producción masiva y a una implementación de programas de acceso a vacunas en países en desarrollo, pero al menos demuestra la posibilidad de encontrar una vacuna para el VIH, algo que en los últimos tiempos se había puesto muy en duda”, explicó a SINC Joan Tallada, el representante español de la Iniciativa Internacional por la Vacuna del Sida (IAVI).
El trabajo se ha realizado en los últimos tres años en Tailandia, uno de los países más azotados por la enfermedad. Los investigadores analizaron a 16.400 personas voluntarias que no pertenecían a ningún grupo de riesgo concreto. La mitad del grupo recibió placebo y la otra mitad la citada vacuna. En el primer grupo aparecieron 74 nuevos infectados de VIH, frente a 51 infecciones en el grupo que recibió el fármaco desarrollado. La vacuna, por tanto, sólo tiene una efectividad del 31,2%.
“Este logro significa un paso muy importante a favor de la investigación de las vacunas preventivas para el sida, aunque habrá que esperar a los datos concretos del estudio, que serán publicados en octubre. Hasta entonces, hay que tener mucha cautela”, subraya Tallada.
Además, la carga viral fue la misma en los infectados de ambos grupos, por lo que esta primera vacuna “es sólo preventiva”, ha asegurado el equipo de investigación, y “no sirve como tratamiento en las personas ya infectadas”, según Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, y uno de los financiadores del estudio, además del las fuerzas armadas estadounidenses, el gobierno tailandés y el laboratorio fabricante.
“No sé si vamos a encontrar algún día una vacuna para el VIH, pero no podemos permitirnos no intentarlo”, continúa el representante de la IAVI. “La clave está en la cooperación, en compartir información. Hay que contar con el sector privado, con el no lucrativo, con los gobiernos, con la comunidad científica y con la sociedad para que podamos cumplir este objetivo algún día”.
Desde el principio de la epidemia del virus a principios de los ’80, más de 25 millones de personas han fallecido, lo que equivale a toda la población de un país como Venezuela. En un contexto de desigualdades mundiales y de recursos, los países africanos son los más vulnerables a los efectos devastadores del sida.