La monogamia es el sistema reproductivo más común entre las aves rapaces. En las especies de quebrantahuesos se han descrito muchos modelos de cría poliándrica –dos machos con una hembra–, pero hasta la fecha solo se conocía un único ejemplo de apareamiento poligínico –trío compuesto por dos hembras y un macho– en la población reintroducida en los Alpes. Científicos españoles han observado el primer caso en poblaciones naturales en el Pirineo central, tras más de 20 años de seguimiento de la especie.
El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es una especie generalmente monógama, aunque se conoce desde hace tiempo la existencia de unidades reproductivas generalmente poliándricas (dos machos con una hembra), compuestas por tres y hasta cuatro individuos. Este tipo de crianza cooperativa ha sido documentada al menos en 22 de 76 géneros y 42 de 304 especies de aves rapaces diurnas. Sin embargo, la poliginia –unión de dos hembras y un macho– es un tipo de sistema reproductivo mucho menos frecuente que la poliandria y apenas hay casos descritos de este sistema en aves rapaces europeas.
Investigadores de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, la Universidad de Valencia y de la empresa Icarus, especializada en temas medioambientales, han documentado por primera vez un caso de cría poligínica en poblaciones naturales de quebrantahuesos en el Pirineo aragonés. Solo existe un antecedente con esta especie en los Alpes.
“Aunque existen numerosas hipótesis para explicar este tipo de reproducción, no sabemos muy bien a qué responde. Si bien la cría cooperativa del quebrantahuesos está presente en otras poblaciones como, por ejemplo, en el Himalaya, Sudáfrica o los Alpes, el aumento la densidad de la especie en los Pirineos podría tener relación con este tipo de comportamiento. Quizás es una forma extrema de intentar asentarse en un territorio y reproducirse a toda costa”, explica a Sinc Pascual López, científico de la Universidad de Valencia, y coautor del estudio que publica la revista Bird Study.
Este hallazgo ha sido gracias al marcaje e individualización de ejemplares mediante marcas alares y anillas de lectura a distancia, tras más de 20 años de estudios, así como al seguimiento anual de todas las unidades reproductoras en el Pirineo aragonés por parte de miembros de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ) en colaboración con el Gobierno de Aragón.
Una especie con madurez sexual retardada
En este artículo los investigadores documentan la existencia de tres unidades reproductivas compuestas por más de dos individuos donde se verifica esta cría poligínica en el Pirineo central de Aragón. En los tres ejemplos, las hembras utilizaron el mismo nido, a diferencia de lo descrito en el caso de los Alpes.
“Hay que tener en cuenta que el quebrantahuesos es una especie de vida muy larga, ya que puede vivir más de 50 años, y tiene madurez sexual retardada (la alcanzan en condiciones naturales a partir de los 8 o 10 años). Hay ejemplares que tenemos marcados que sabemos que tienen más de 20 años y aún no se han reproducido”, añade Juan Antonio Gil, investigador de la FCQ.
Los investigadores esperan que este estudio sirva para conocer más acerca de esta especie tan escasa a escala mundial, presente únicamente en los grandes macizos montañosos. “Conocer con exactitud cada vez mejor aspectos básicos de la biología de esta especie amenazada permitirá avanzar en la conservación de sus últimas poblaciones salvajes, como la que aún persiste en los Pirineos”, concluyen.
Técnico de la Fundación Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos durante el trabajo de campo / FCQ
Referencia bibliográfica:
Gil, J.A., Chéliz, G., Zuberogoitia, I., López-López, P. 2017. “First cases of polygyny for the Bearded Vulture Gypaetus barbatus in the central Pyrenees”. Bird Studydoi:10.1080/00063657.2017.1393043.
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