Proponen crear un nuevo índice público e internacional para la valoración de las revistas científicas

Ésta es una de las iniciativas que aparecen en El español: lengua para la ciencia y la tecnología', el libro que ha presentado hoy el Instituto Cervantes y que ofrece un análisis multidisciplinar de la situación de la lengua española como idioma de ciencia y tecnología, dos ámbitos determinantes para su desarrollo futuro.

Proponen crear un nuevo índice público e internacional para la valoración de las revistas científicas
Verónica Vivanco, Carmen Caffarel, Emiliano Martínez y Daniel Martín esta mañana durante la presentación del libro. Foto: Instituto Cervantes.

“El sistema de medición de los índices de impacto de las revistas científicas continúa favoreciendo a los investigadores que publican en inglés, bloqueando la expansión científica de otras lenguas”, apunta el nuevo documento.

Verónica Vivanco, experta en Lingüística Aplicada a la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Politécnica de Madrid y coordinadora del libro, ha manifestado durante su intervención que la creación de un nuevo criterio de calidad multilingüe, amparado por un organismo público internacional, desligado de un país y un idioma concreto, “resultaría más equitativo y reflejaría la representatividad real de cada idioma en la ciencia”.

El español: lengua para la ciencia y la tecnología está editado por el Instituto Cervantes y la editorial Santillana, y se estructura en cinco capítulos elaborados por un equipo de investigadores en filosofía de la ciencia, ingeniería y filología.

Los diferentes capítulos del libro ponen de relieve “espacios en blanco de la lengua española a los que habría que prestar especial atención”, afirma Vivanco. Entre ellos se encuentran la distancia entre ciencia y sociedad (análisis sociológico), los cauces de la comunicación y el conocimiento especializado (análisis académico), la necesidad del léxico del español como eje de la comunicación científica y técnica, (análisis lingüístico), y la necesidad de difusión del español en la ciencia y la tecnología como lenguaje de especialidad.

“La obra propone convertir la difusión científica en un objetivo cultural, educativo y de desarrollo en el ámbito de nuestra propia lengua, es decir, en el conjunto de países que hablamos y transmitimos la lengua española, donde la cultura y el lenguaje científico deberían ser objeto de atención prioritaria”, ha señalado Emiliano Martínez, presidente de la editorial Santillana.

En el libro también se analiza la influencia de los anglicismos en el lenguaje técnico español, para poner de relieve cómo, a menudo, se adoptan como "voces de calidad" términos extranjeros que sin embargo, en su lengua de origen, son polisémicos o resultan de usos metafóricos.

A este respecto, las y los autoras argumentan las ventajas que ofrece el idioma español para la ciencia puesto que “su claridad fonética y correspondencia casi idéntica entre la forma de escribirlo y hablarlo suponen un instrumento excelente para la transmisión oral, mientras las construcciones preposicionales ayudan en muchos casos a descodificar complejas expresiones técnicas”.

El papel de las revistas científicas

Una de las tareas más apremiantes, tal y como se desprende del texto, consistiría en incentivar la publicación de revistas científicas editadas en español, ya que constituyen la vía principal de difusión de los resultados de la investigación científica.

El equipo de autores constata el aumento de las publicaciones científicas y el incremento de su visibilidad en los últimos años. Por eso han valorado las iniciativas lanzadas desde la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), orientadas a mejorar la calidad de las revistas, impulsar la edición electrónica y promover la dimensión internacional de la ciencia española.

“La ciencia tiene una impronta universal pero la lengua española es prácticamente imperceptible en la comunicación internacional de la ciencia”, ha afirmado Martínez.

Asimismo, en el escrito se apunta el gran desequilibro entre el avance de la ciencia y tecnología españolas y el conocimiento de la sociedad al respecto. "La Unión Europea es la mayor productora de ciencia, pero el nivel de conocimiento está por debajo del estadounidense", ha advertido Vivanco.

El peso del español en internet

Las nuevas tecnologías de la información no sólo han configurado un nuevo paradigma económico, sino también una nueva dinámica de las ciencias con metodologías y líneas de investigación inéditas hasta ahora.

La directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, ha recalcado las desigualdades existentres: "El español no es privativo de España y no podemos olvidar la brecha digital, el desfase enorme que existe entre este país y América Latina, con un acceso a las tecnologías muchísimo menor".

En la red, nuestro idioma se sitúa en un "cómodo tercer lugar", explica a SINC Daniel Martín, científico del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). "aunque sin posibilidades de alcanzar al inglés o al chino".

De acuerdo con las conclusiones del estudio de Martín, se hace preciso incrementar la representación del español en Internet. Pese a que la suma del número total de internautas hispanohablantes es superior a los 130 millones (tercera posición mundial), en términos porcentuales su volumen se reduce al 32%, por debajo de países como Japón o Alemania.

A estas cifras hay que añadir aquella que calcula el uso real del español en internet, en función de la lengua en el que están escritas las páginas que escogemos. Según este indicador, España se encuentra también por debajo de sus posibilidades, copando un 4,6% de la Red, frente al 45% de las páginas en inglés, y situándose por detrás del francés o el alemán.

Fuente: SINC
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