El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) ha aprobado hoy la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, que garantiza los derechos sexuales y reproductivos de la población, no sólo en la ausencia de enfermedad sino en su vivencia plena y satisfactoria. Su elaboración forma parte del desarrollo de la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo.
La Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva, prevista por la Ley Orgánica de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo, ha sido aprobada hoy por el CISNS. A esta nueva legislación hay que añadirle el Real Decreto 1030/2006, de 15 de diciembre, que hace referencia a la promoción de conductas saludables y a las medidas necesarias para evitar embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
El texto pretende garantizar los derechos sexuales y reproductivos de los ciudadanos, reconocidos por distintos organismos internacionales (Naciones Unidas, Organización Mundial de la Salud y la Unión Europea, entre otros) y abordar su desarrollo no sólo desde la ausencia de enfermedad, sino también para hacer posible su vivencia plena y satisfactoria.
En la elaboración del documento han participado, junto con el Ministerio de Sanidad y Política Social, las Comunidades Autónomas, las sociedades científicas y profesionales, así como asociaciones de pacientes y distintos expertos en la materia. El documento consta de dos partes: la salud sexual y la salud reproductiva, e incluye aspectos transversales a ambos apartados como la multiculturalidad, la violencia de género y las discapacidades.
Como el resto de estrategias del Sistema Nacional de Salud (SNS), la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva se evaluará y se revisará a los dos años de su aprobación.
Mejorar la salud sexual
El documento recomienda mejorar la información en salud sexual y establecer herramientas que permitan conocer las necesidades de la población, así como impulsar acciones que involucren a la población en el diseño de las políticas públicas ligadas a la promoción de la salud sexual. Según constata la Estrategia, hasta el momento las campañas de sensibilización se centran generalmente en la prevención de riesgos asociados al comportamiento sexual.
Entre los objetivos del texto también se incluye mejorar el acceso a métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual y consensuar una cartera de servicios comunes para la atención sexual.
Al mismo tiempo, se promoverá la investigación en salud sexual y en el uso, acceso y seguridad de los métodos anticonceptivos y también se fomentarán la comunicación y difusión de buenas prácticas en la promoción, prevención y atención a la salud sexual en las políticas públicas y en los servicios sanitarios.
Reproducirse de manera segura
La parte de salud reproductiva es una ampliación de la Estrategia de Atención al Parto Normal del SNS, aprobada en 2007. El objetivo es ofrecer una atención global, continuada, integral y de calidad al proceso reproductivo, a partir del mejor conocimiento posible.
La Estrategia plantea promover una atención sanitaria del embarazo basada en el respeto a su evolución natural, en la que toda intervención sea valorada y aplicada sólo si ha demostrado beneficios y está en consonancia con las necesidades y deseos de la mujer. Para ello, se recomienda mejorar la coordinación entre las consultas prenatales, las maternidades hospitalarias, los centros de atención primaria y los grupos de apoyo a la lactancia materna.
El documento promueve la eliminación de las prácticas rutinarias innecesarias y perjudiciales y propone que se permita una mayor participación de las mujeres en el parto y una atención más humanizada. Además, se hará hincapié en todas aquellas acciones que permitan una lactancia materna exitosa.
En la parte dedicada a la atención neonatal (primera semana de vida del bebé), el texto recoge medidas como fomentar, inmediatamente tras el parto, el contacto piel con piel de la madre o el padre con el bebé y se procurará que compartan espacio durante las 24 horas siguientes al parto para promover el vínculo afectivo y el apego.