El Grupo de Investigación Aplicada en Agroquímica y Medio Ambiente (GIAAMA) de la Universidad Miguel Hernández (UMH) trabaja con una empresa murciana en un proyecto financiado por el Plan Nacional de I+D para conseguir composts funcionales a partir de los lodos procedentes de depuradoras.
Los composts resultantes podrán ser aplicados como substratos orgánicos para el crecimiento de plantas en semilleros hortícolas, viveros forestales y paisajísticos, así como en cultivos como el césped. Su principal ventaja es que permitirá reducir o incluso eliminar la necesidad de productos químicos (como plaguicidas o fertilizantes) debido a sus propiedades añadidas, es decir, sus aspectos nutricionales y su capacidad de controlar enfermedades (efectos biopesticidas, biofertilizantes y bioestimulantes).
Según explican desde la empresa, los agricultores tradicionalmente no han apostado por el compost de lodos por distintos motivos, como por la posible presencia de metales pesados, y otros derivados de una inadecuada gestión del proceso de compostaje. De modo que, para conseguir un cambio en la tendencia, los socios del proyecto deben desarrollar un compost de lodo de calidad, exento de metales pesados, potenciales contaminantes y microorganismos patógenos.
Aunque se espera que el sector agrícola acoja con interés la iniciativa, el resultado de estas investigaciones va orientado principalmente a segmentos tecnológicamente más avanzados y con gran demanda de materia orgánica de calidad, como son los semilleros, viveros y cultivos de césped tanto de tepes, como en campos de golf e instalaciones deportivas diversas.
La valorización de los lodos de depuradora será posible gracias a su mezclado con restos de cosecha y residuos de naturaleza vitivinícola que actuarán como agentes cocompostantes permitiendo así una adecuada estabilización de la materia orgánica (o bioestabilización). Además, el triturado a diferentes granulometrías de estos restos agrícolas, contribuirá a la estructura y textura final del substrato.
La siguiente fase será la realización de ensayos con el fin de identificar y evaluar los factores responsables de la acción biopesticida, biofertilizante y/o bioestimulante de los composts de lodo obtenidos. Los microorganismos con interés biotecnológico identificados en el proceso serán posteriormente inoculados al compost y se procederá al ensayo del substrato resultante. La última fase consistirá en el estudio de la viabilidad económica de su producción.
La investigación finalizará en diciembre de 2010 y está subvencionado en su mayor parte por el Plan Nacional de I+D a través del MARM. El Grupo GIAAMA, dirigido por Raúl Moral, es socio investigador estratégico en este proyecto y lleva a cabo muchos de los procesos desde los iniciales hasta su escalado a dimensión semi-industrial. Además, evaluará sus propiedades hidrofísicas y realizará el seguimiento de los parámetros de calidad del compost a nivel de humificación.
Coordina y cofinancia la iniciativa la empresa Microgaia Biotech, ubicada en el CEEIM (Centro Europeo de Empresas e Innovación de Murcia). Esta firma se dedica al manejo de microorganismos y enzimas de interés biotecnológico por su capacidad natural de actuar como biopesticidas, biofertilizantes y/o bioestimulantes. Esta empresa surgió del Grupo de Enzimología y Biorremediación del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CEBAS-CSIC), liderado por Carlos García (Profesor de Investigación del CSIC) y Jose A Pascual (Investigador Científico del CSIC), en colaboración con Cristóbal Sánchez, biólogo y productor de compost mediante el uso de distintos materiales orgánicos.
Además, participan en el proyecto, el CEBAS-CSIC, la Universidad de Almería, el Centro Tecnológico Nacional de la Conserva y la Universidad de Alicante.