Un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia, en colaboración con empresas e instituciones europeas, está desarrollando un sistema basado en biosensores fotónicos para el diagnóstico rápido de alergias a alimentos. El objetivo de este proyecto es la fabricación de un instrumento de bajo coste que realizará, en quince minutos, pruebas de alergia a cientos de alimentos de manera simultánea y a partir de una sola gota de sangre.
Investigadores del Instituto de Ciencia de los Materiales de la Universitat de València, en consorcio con diferentes empresas e instituciones europeas, están desarrollando un sistema basado en biosensores fotónicos para el diagnóstico rápido de alergias a alimentos.
Según informa la universidad en un comunicado, el objetivo de este proyecto, financiado por la CE y denominado Positive, es la fabricación de un instrumento de bajo coste que realizará, en quince minutos, y a partir de una sola gota de sangre, efectivas pruebas de alergia a cientos de alimentos de manera simultánea y sin riesgo para los pacientes.
Alergias alimentarias sin diagnosticar y la adopción de dietas inadecuadas son, según los especialistas, factores que pueden menguar notablemente la calidad de vida de las personas, llegando a producir la muerte. Más de 15 millones de personas en Europa sufren alergias a los alimentos, incluyendo el 6% de los niños, y esta cifra crece de manera progresiva con gran coste social y económico, señala la institución.
En la actualidad, los tests de alergia más comunes son pruebas caras y traumáticas especialmente para los niños, además de suponer un riesgo a reacciones adversas, comenta Daniel Hill, coordinador del proyecto e investigador del grupo UMDO (Unidad de Materiales y Dispositivos Optoelectrónicos) del Instituto de Ciencia de los Materiales de la Universitat de València.
Según Hill, más allá del proyecto, "la idea es conseguir poner una máquina de alergia a los alimentos, rápida, efectiva y segura, en la consulta de cada pediatra, de forma que se puedan realizar pruebas durante los primeros años de vida de las personas.
La tecnología incorporada permitirá, por una parte, efectuar el análisis con una sola gota de sangre, facilitando la extracción tan engorrosa a menudo en niños, y, también, proporcionará un volumen de información mucho mayor de cara a la obtención de un diagnóstico más preciso, señala el investigador.
Positive es un proyecto multidisciplinar centrado en el desarrollo de un sistema de biosensores de alta tecnología y orientado al reconocimiento de biomoléculas de los pacientes sintomáticos de reacción alérgica a alimentos.
Características del sistema
El sistema combina diferentes componentes tecnológicos que muestran múltiples aplicaciones en diferentes campos como, por ejemplo, el análisis de marcadores de sangre o los laboratorios de filtrados. Desde la obtención de una determinada membrana porosa de comportamiento fluídico y con funciones de biosensor, el primer material polimérico desarrollado especialmente para dispositivos de microfluidos, o un nuevo módulo para el filtrado de sangre que salva determinados problemas y mejora los sistemas anteriores, hasta un instrumento de medición más estable, una patente en recubrimiento de polímeros y un cartucho desechable para la detección de biomoléculas responsables de reacciones alérgicas configurarán este primer instrumento funcional que estará construido el mes que viene, según los responsables del proyecto.
Según Daniel Hill, el instrumento estará listo para empezar los ensayos clínicos con pacientes a partir del mes de junio, y las pruebas tendrán lugar en el Hospital de la Universitaetsmedizin Berlin (Alemania). “Según nuestros cálculos, a partir de los bioensayos realizados con muestras de moléculas no humanas, el prototipo final será capaz de obtener hasta diez mediciones diferentes de alergias alimentarias”.
“El objetivo, una vez finalizado el proyecto, es construir un instrumento comercial capaz de detectar todas las alergias a alimentos al mismo tiempo, de forma rápida, segura y a un coste muy bajo”.
Además del equipo UMDO de la Universitat de València, forman el grupo de investigación empresas e instituciones europeas, como por ejemplo el Centre Suisse d’Electronique et Microtechnique (Suiza), Farfield Group Limited (Reino Unido), PHYLOGENE (Francia), Universitaetsmedizin Berlin (Alemania), Universita Degli Studi di Trento (Italia), Consiglio Nazionale Delle Ricerche, Milan (Italia) y Kungliga Tekniska Hoegskolan (Suecia).
El proyecto cuenta con el seguimiento del líder mundial en este sector. Se trata de los laboratorios Phadia, una división de la multinacional Thermo-Fischer, que desde el principio ha mostrado interés en el desarrollo de la tecnología.