Los episodios de hepatitis aguda severa detectados recientemente en niños son probablemente provocados por un agente infeccioso, según ha comunicado el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Las investigaciones han descartado cualquier relación con la vacuna contra la covid-19 y tampoco se ha asociado a ninguna exposición común a alimentos o bebidas.
Un agente infeccioso podría estar detrás de los casos de hepatitis aguda severa de origen desconocido detectados en niños de varios países, entre ellos España, informó ayer el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Desde que las autoridades británicas dieron la alarma el pasado día 5 de abril, se han registrado casos similares en Dinamarca, Irlanda, Holanda, España y Estados Unidos, sin que se haya podido determinar por el momento con exactitud la causa.
“El equipo investigador de Reino Unido, donde han ocurrido la mayoría de los casos hasta la fecha, considera que un agente infeccioso es la causa más probable, basándose en las características clínicas y epidemiológicas de los casos”, señaló el ECDC en un comunicado.
Este organismo de referencia para epidemias de la Unión Europea resaltó que las investigaciones británicas han descartado cualquier relación de los casos con la vacuna contra la covid-19 y que tampoco se ha identificado ninguna exposición común a alimentos o bebidas.
En la mayoría de los casos no se registró fiebre, algunos requirieron atención en unidades hepáticas y en unos pocos fue necesario un trasplante de hígado. Las investigaciones han excluido hepatitis viral de los tipos A, B, C, D y E en todos los casos.
El ECDC, que tiene su sede en Estocolmo, informó de que está colaborando con equipos de los países donde se han detectado casos, así como con la Organización Mundial de la Salud (OMS), para apoyar los estudios en curso.
Galicia registró este martes dos nuevos posibles casos de esta enfermedad. En un breve comunicado, el Gobierno gallego expuso que, en respuesta a una alerta sanitaria trasladada desde este Ministerio el pasado lunes, se inició un proceso de búsqueda activa de posibles casos, también “con carácter retroactivo”.
De este modo, pudieron detectarse dos casos, uno de ellos el pasado mes de enero, con evolución positiva, y otro, que permanece activo en la actualidad, y que también “evoluciona favorablemente”.
A estos hay que sumarles los tres casos confirmados el pasado 13 de abril por las autoridades sanitarias madrileñas, uno de los cuales requirió un trasplante de hígado, aunque todos evolucionan favorablemente. Los niños, con edades de entre 2 y 7 años y procedentes de tres comunidades autónomas españolas (Aragón, Castilla La Mancha y Madrid), se encuentran ingresados.
Los síntomas de esta patología son dolor abdominal, vómitos o ictericia (coloración amarilla de la piel). Asimismo, los primeros estudios descartan que esta enfermedad esté relacionada con posibles infecciones por coronavirus o por la vacuna contra la covid-19.
Las autoridades sanitarias aconsejan como principal medida preventiva el lavado frecuente de las manos, cubrirse al toser con la parte interior del codo y emplear pañuelos desechables, así como consultar con el pediatra si el menor comienza con síntomas que se agravan en pocos días.