Cerca de un centenar de científicos de la Universidad de Zaragoza comparten estos días sus conocimientos y experimentos con un millar de estudiantes de 16 años, que cursan 4º de Secundaria de Aragón, con el fin de despertar su interés por la ciencia. Profesionales de nueve centros, laboratorios e institutos de investigación han participado en los II Circuitos Científicos del campus aragonés, que concluyen mañana, y en los que a través de cuatro itinerarios o circuitos han mostrado a los jóvenes las instalaciones en las que trabajan a diario.
Alumnos de 20 IES de Jaca, Barbastro, Sabiñánigo, Monzón, Ejea de los Caballeros, Tarazona, Almunia de Doña Godina, Calatayud, Fuentes de Ebro, Calamocha, Alcañiz, Fraga, Caspe, Andorra, y cuatro de la ciudad de Zaragoza han participado en esta actividad, que se realiza en colaboración con el Programa Ciencia Viva del Gobierno de Aragón y que cuenta con financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) del Ministerio de Industria y Competitividad.
En enero, los científicos explicaron en las aulas de los IES del medio rural de Aragón su trabajo, y ya en esta primera quincena de febrero, los estudiantes han podido conocer in situ las infraestructuras y sus experimentos, acompañados por un centenar de investigadores. Los cuatro itinerarios “politécnico”, “veterinario”, “física de astropartículas” y “química y materiales” ofertados han permitido mostrar desde el sistema solar en 3D, biodiesel producido con aceites domésticos, muestras de ovejas con scrapie hasta ultrasonidos para conservar alimentos líquidos. Además, los jóvenes, de los que 800 residen en el ámbito rural, han conocido numerosas de las aplicaciones de nanopartículas, química, supermateriales y criogenia en la vida diaria, así como experimentos sobre la materia íntima del Universo.
En esta segunda edición se ha incrementado el número de alumnos implicados, al pasar de 600 a 1.000 alumnos, el número de laboratorios a visitar, --de cinco a nueve— y se han duplicado los itinerarios o circuitos ofertado, dos más que en la edición anterior.
Estructura de los circuitos
Los circuitos en los laboratorios se realizan en grupos de 50 alumnos, entre las 10.00h. y las 13.00 horas. Cada grupo, durante esa mañana, se desdobla en dos de 25, para hacer las visitas más ágiles y cómodas. Los circuitos politécnico y veterinario han atendido a 300 alumnos cada uno, mientras que los dos que se han incorporado en esta edición el de “física de astropartículas” y el de “química y materiales”, a 200.
El itinerario “politécnico” en el Campus Río Ebro
Un total de 300 alumnos han visitado el circuito politécnico en el Campus Río Ebro. Por segundo año consecutivo colaboran el Instituto Universitario de Nanociencia de Aragón (INA); el Instituto Universitario de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) y el Instituto Universitario en Ingeniería de Aragón (I3A).
De una marera interactiva, los estudiantes descubren los secretos de la nanociencia en el Instituto Universitario de Nanociencia de Aragón (INA) y han conocido el fundamento científico de instrumentos como un altavoz o un microscopio, además de ver demostraciones con nitrógeno líquido, con partículas ferromagnéticas y con tinta “invisible”, entre otras. Los chavales visitan una sala blanca, un ambiente libre de partículas en suspensión y conocen las aplicaciones y utilidad y trascendencia europea de los microscopios TITAN.
Ya en el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), los jóvenes se aproximan a la zona de Computación y al cluster, una gran sala donde se albergan los supercomputadores que dan apoyo a todas las investigaciones, y al laboratorio de visualización 3D estéreo, que permite mostrar gráficamente resultados de computación y simulación propias de la física, como proteínas y materiales de la sección de bioquímica. El alumno puede visualizar e introducirse en un reactor de Fusión, hacer una visita por el Sistema Solar, antes de llegar a los laboratorios de Bioquímica y Biología Molecular, donde se les realiza una muestra de su ADN.
El recorrido por el Instituto Universitario en Ingeniería de Aragón (I3A) permite a los jóvenes conocer de cerca varios de sus centros de trabajo: el Laboratorio de Biodiesel, donde se produce biodiesel a partir de aceites domésticos y glicerina, base de muchos productos cosméticos y farmacéuticos de uso diario. En el de Robótica se pueden ver robots navegando autónomamente mientras construyen un mapa con sensores láser. En el de marcha humana ven cómo se captura el movimiento de las personas para su posterior análisis biomecánico, pudiendo crear un “esqueleto virtual” (tecnología empleada para la creación de videojuegos o películas de animación). Los alumnos conocen cómo se produce el hidrógeno por electrólisis, o cómo en el ámbito de la telemedicina, las herramientas software y hardware desarrolladas por los investigadores permiten de establecer un medidor de pulso o una báscula, capaces de comunicarse con un ordenador y transmitir información. Además, se les explica cómo en el laboratorio de ingeniería biomédica trabaja en la medicina regenerativa, para poder llegar a crear órganos funcionales en el laboratorio mediante estímulos químicos y mecánicos.
El itinerario “veterinario” en la Facultad de Veterinaria
Los alumnos que acuden al Centro de Investigación en Encefalopatías Espongiformes y Enfermedades Transmisibles Emergentes pueden conocer el trabajo que se realiza para el control, diagnóstico e investigación de estas enfermedades en ovinos, caprinos y bovinos. Los estudiantes realizan al microscopio (con ayuda de una plantilla) el diagnóstico histológico del mal de las vacas locas así como el de scrapie en ovejas.
En la Planta Piloto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, los estudiantes conocen las distintas líneas de procesado de alimentos existentes, el efecto de las atmósferas modificadas en la conservación de vegetales de cuarta gama, la utilización de las radiaciones ultravioletas y los ultrasonidos como nuevos sistemas de conservación de alimentos líquido como los zumos y el análisis sensorial de alimentos en una sala de catas.
Itinerario “química y materiales” en la Facultad de Ciencias
En esta edición se ha incorporado el itinerario “química y materiales”, que se desarrolla en la Facultad de Ciencias del Campus San Francisco. En este espacio los alumnos realizan un triple itinerario por el Laboratorio de Criogenia del Servicio de Apoyo a la Investigación, y por los dos centros mixtos de investigación con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): el Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) y el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH).
El objetivo de la visita al Laboratorio de Criogenia del Servicio de Apoyo a la Investigación es doble: por un lado descubrir las principales propiedades y diferencias de los gases ideales con los gases reales, todo ello a través de sencillos experimentos con aire, y helio y haciendo uso de nitrógeno líquido. Por otro lado los jóvenes pueden ver cómo se producen y manipulan los líquidos criogénicos, en particular el nitrógeno líquido y el helio líquido, y conocen su utilidad e importancia en laboratorios de investigación, en hospitales y en la industria.
En la visita al Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA) conocen dos de los principales laboratorios de los que dispone el ICMA, el Laboratorio de Bajas Temperaturas, y el de procesado Láser. Si la temperatura más baja que se puede alcanzar es -273,16 grados Celsius bajo cero, los investigadores plantean a los alumnos cómo hacen los científicos para acercarse al cero absoluto y las aplicaciones. Los chavales tienen la oportunidad de conocer el funcionamiento y las utilidades del láser en áreas tan diversas como la Medicina, las Tecnologías de la Información, las Metrologías, el Procesado de Materiales en la Industria, la Investigación, la Defensa y el Patrimonio.
Durante su estancia en el Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea (ISQCH), los alumnos tienen acceso también a las técnicas de trabajo bajo atmósfera inerte o a los distintos aparatos de medida: resonancia magnética nuclear (RMN), espectroscopía infrarroja (IR) y espectrometría de masas o de rayos X, entre otras.
Itinerario “física de astropartículas” en Canfranc
Por último, el Laboratorio Subterráneo de Canfranc es uno de los centros que se ha incorporado a los circuitos científicos, bajo el itinerario designado como “física de astropartículas”. En este laboratorio, ubicado en un entorno donde el flujo de partículas cósmicas se reduce de forma natural, es donde se intenta descubrir, por ejemplo, cuál es la naturaleza del neutrino, una partícula elemental descubierta hace ya más de 50 años pero que está siendo particularmente esquiva. En este centro especializado en Física de Astropartículas es donde se intentan detectar evidencias de nuevas formas de materia más allá de las conocidas, una materia a la que se denomina “oscura” y que llena masivamente el Universo