Un estudio desvela cómo la dieta baja en calorías previene la carcinogénesis ambiental

El Centro Andaluz de Biología del Desarrollo (Universidad Pablo de Olavide/CSIC/Junta de Andalucía) colabora con el NIA/NIH de Baltimore en un estudio que se publica hoy lunes en la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos PNAS. Los autores han descubierto que esta protección frente a los carcinógenos se produce a través del factor de trascripción Nrf2.

El grupo de investigación “Biología Celular” del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo de Sevilla (CABD), centro mixto de la Universidad Pablo de Olavide/CSIC/Junta de Andalucía, dirigido por el doctor Plácido Navas, participa en un estudio que desvela por qué mantener una dieta baja en calorías puede prevenir la formación de tumores provocados por agentes externos, los conocidos carcinógenos. El trabajo, que aparece publicado en el último número de la revista de la Academia de Ciencias de Estados Unidos (Proceedings of the National Academy of Sciences of the USA, PNAS), también ha analizado el efecto antienvejecimiento que propicia este tipo de alimentación.

El equipo internacional que ha desarrollado esta investigación está coordinado por el doctor Rafael de Cabo, del Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA) de Baltimore, e integrado por investigadores del CABD, las Universidades Johns Hopkins de Baltimore (Estados Unidos); Tsukuba (Japón), y Louisiana State University, Baton Rouge (Estados Unidos).

En concreto, los autores probaron en ratones que el efecto contra la carcinogénesis de las dietas hipocalóricas se origina gracias al factor de transcripción Nrf2. Así, los investigadores compararon la respuesta a carcinógenos en ratones silvestres y en una estirpe carente del factor Nrf2. “Utilizamos para ellos dos carcinógenos modelo, DMBA y TPA, pero las conclusiones podrían extrapolarse a otros agentes, como el benceno, el arsénico o, incluso, el tabaco”, apunta Plácido Navas, que también afirma que “es imprescindible la presencia del factor Nrf2 para prevenir el desarrollo de tumores causados por carcinógenos en ratones”.

El equipo también analizó marcadores de longevidad y determinó que el efecto antienvejecimiento que propicia una dieta hipocalórica no se debe a la acción de Nrf2. El investigador Plácido Navas profundiza en esta idea: “Además de la activación de Nrf2, una dieta baja en calorías propicia otros mecanismos moleculares, aún por identificar, que provocan la ya conocida predisposición a vivir más tiempo”.

Fuente: UPO
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