Investigadores de la Universidad de Granada han comprobado la asociación entre trabajo y salud. Los expertos señalan la relevancia de abordar políticas encaminadas a reducir la precariedad laboral dado que, mejorar las condiciones laborales, tendría un efecto positivo en la salud percibida.
El desempleo, la precariedad y las rentas bajas tienen impacto negativo en la salud de la población. Esta es una de las conclusiones de un estudio de la Universidad de Granada (UGR) en el que se analizan los cambios en el mercado laboral español durante los años más pronunciados de la crisis económica, y por tanto, su impacto en los trabajadores.
Publicado en la revista Quality of Life Research, el artículo manifiesta que el desempleo y, sobre todo, la precariedad laboral están vinculados con un incremento de la probabilidad de sufrir una peor salud percibida, una variable “estrechamente relacionada con un mayor riesgo de enfermedad”, según explican los investigadores.
La salud percibida suele emplearse en trabajos que abordan la salud en relación con las desigualdades sociales. Este dato indicaría, por lo tanto, que las condiciones en que las personas trabajan y obtienen rentas son aspectos relevantes para explicar problemas sanitarios.
Los autores señalan, además, que el gasto en servicios públicos fundamentales resultaría insuficiente para corregir este deterioro en la salud percibida. Este gasto público se corresponde con la sanidad, la educación y la protección social, competencias que están transferidas a las Comunidades Autónomas.
Un mayor gasto sanitario no equivale a mejor salud
El artículo subraya que, aunque el gasto público tuvo un resultado positivo, este no fue suficiente para solventar el impacto previo y tuvo un efecto muy limitado en la salud percibida.
José Jesús Martín, profesor del departamento de Economía Aplicada de la UGR, explica que “los servicios públicos fundamentales influyen en la protección de la salud percibida, pero muy poco, dado que llega un momento en que un mayor gasto sanitario no equivale a una mejor salud”.
Por el contrario, Martín sostiene que, si los resultados del estudio se confirman en investigaciones posteriores, la reducción de la precariedad laboral sí ocasionaría un efecto positivo más pronunciado. Sin embargo, para ello sería necesario un cambio en la legislación.
Para desarrollar este estudio, los expertos han empleado la base de datos longitudinal de la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el periodo entre 2007 y 2011.
Referencia bibliográfica:
Fornell, B., Correa, M., López del Amo, M.P., Martin, J.J. Qual Life Res (2018). https://doi.org/10.1007/s11136-018-1824-5
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