Más energía por menos dinero. Conseguir placas solares más baratas y eficientes es la meta que persigue un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga. El objetivo: crear superficies selectivas que absorban energía solar y no emitan radiación, pero utilizando un método que reduzca su coste de producción.
“Actualmente hay patentes para la creación de estas superficies, pero es un método caro”, explica José Ramos Barrado, investigador principal de proyecto y profesor en la Universidad de Málaga. Por esta razón el grupo del Laboratorio de Superficies y Materiales se ha propuesto diseñar un sistema para fabricar placas solares más económicas. Si los resultados son los esperados, las nuevas técnicas permitirían además extender el uso de la energía solar en los calentadores de agua. Mantener una conducta sostenible con el medioambiente estará así al alcance de más gente.
La iniciativa contempla dos vías de abaratamiento en la creación de placas solares: el material empleado y el proceso de recubrimiento de los metales conductores. Hasta el momento se han utilizado elementos como el cobre o el aluminio, que pueden pulverizarse en forma de spray. Según José Ramos, “las pruebas con metales han alcanzado un 90 por ciento de satisfacción”. Pero no es suficiente. Ahora plantean usar plásticos, un material ideal para reducir costes en la fabricación de superficies selectivas ya que es más barato y manejable, lo que facilita su instalación.
Sol para todo el mundo
Las nuevas superficies selectivas son idóneas para su uso en el ámbito doméstico. La principal ventaja es que resultan muy eficientes en entornos con menos horas de sol o donde el clima reduce la capacidad de captación de energía. Esta característica constituye un incentivo para la exportación, especialmente si las nuevas superficies se aplican a la fabricación de calentadores solares de agua.
Otro de los objetivos de la investigación es conseguir placas solares “arquitectónicamente utilizables”. “A los arquitectos no les gusta ceñirse al negro, por eso intentamos crear superficies en otros colores”, afirma José Ramos. El empleo de plásticos podría ampliar la gama de colores de las placas solares armonizando así estética y energía sostenible.