Un equipo de científicos del Museo Nacional de Ciencias Naturales ha descubierto una nueva especie de roedor que vivió hace 9 millones de años en Oriente Medio. Esta familia de roedores tuvo una amplia distribución geográfica que ha quedado restringida al norte y este de África. Asimismo, comparte caracteres dentales con los miembros más primitivos así como con los más evolucionados de los gundis.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) acaban de publicar en la revista Scientific Reports el descubrimiento de una especie de roedor que vivió durante el Mioceno Superior y que ha resultado ser el nexo de unión entre los gundis africanos y sus antepasados asiáticos. Los gundis son roedores de la familia Ctenodactylidae que actualmente viven en el norte y este de África. En la actualidad sobreviven cinco especies divididas en cuatro géneros: Pectinator spekei, Massoutiera mzabi, Felovia vae, Ctenodactylus gundi y Ctenodactylus vali.
Proafricanomys libanensis es el nombre del nuevo género que habitó en Oriente Medio hace 9 millones de años. La subfamilia Ctenodactylinae, un grupo de roedores que se conoce desde finales del Oligoceno inferior (hace unos 28 millones de años), incluía 27 especies distribuidas en 16 géneros que, en el pasado, presentaba una amplia distribución geográfica que se extendía desde China Central hasta el Noroeste de África.
Los actuales gundis africanos o ctenodactílidos son roedores pequeños que, a diferencia de sus representantes asiáticos extinguidos desde el Plioceno (hace aproximadamente 4 millones de años), viven en zonas desérticas y semidesérticas del norte y el este de África.
“Gracias a los estudios filogenéticos ya se habían dilucidado las relaciones de parentesco de estos animales de origen asiático pero los fósiles descubiertos han resultado pertenecer a una especie clave para descubrir los orígenes de los gundis africanos”, contextualiza Raquel López-Antoñanzas, investigadora asociada al MNCN que actualmente trabaja en la Universidad de Bristol.
Debido a las escasas expediciones paleontológicas que se llevan a cabo en Oriente Medio, el registro fósil de la zona es muy poco conocido. Por este motivo resulta difícil comprender la evolución de las faunas de procedencia asiática que, como los gundis, entraron durante el Mioceno en África a través de la Península Arábiga y zonas circundantes.
Ctenodactylus gundi. / Wikipedia
Tras los pasos evolutivos de los gundis
“Hasta el descubrimiento de esta nueva especie, desconocíamos los pasos evolutivos que habían resultado en la aparición de las morfologías de los gundis africanos que incluyen a los únicos representantes actuales. La nueva especie, que comparte caracteres dentales con los miembros más primitivos de la familia, asiáticos, así como con los más evolucionados, africanos, ha colmatado esta laguna en nuestro conocimiento”, explica López-Antoñanzas.
Los fósiles han sido encontrados gracias a una expedición liderada por Raquel López-Antoñanzas en el Líbano, en concreto, en la región fronteriza con Siria llamada Beqaa. El yacimiento del Mioceno Superior (9 millones de años) se encuentra en Zahlé, entre Beirut y Damasco y corresponde a una zona que, en la época, estaba cubierta por un sistema de lagos. Además del nuevo género de gundi, también se han encontrado otros micromamíferos como ratones, hámsteres, ardillas, lirones e insectívoros, junto con restos de cocodrilos, tortugas y peces.
El análisis cladístico (método que se aplica al estudio de las relaciones de parentesco entre diferentes especies) pone de manifiesto que esta especie de roedor es hermana del grupo constituido por la práctica totalidad de las especies africanas fósiles y actuales, es decir, es la especie más evolucionada de los gundis no africanos. “El descubrimiento de Proafricanomys libanensis demuestra la importancia crucial de continuar realizando campañas de campo en el vasto, pero a menudo descuidado, Oriente Medio” concluye la investigadora.
Referencia bibliográfica:
López-Antoñanzas, R., Knoll, F., Maksoud, S. y Azar, D. (2015), First Miocene rodent form Lebanon provides the ‘missing link’ between Asian and African gundis (Rodentia: Ctenodactylidae). Scientific Reports 5, 12871. DOI: 10.1038/srep12871.