Por primera vez en España un jurado ha solicitado un informe pericial neuropsicológico para una mujer víctima de violencia de género en un proceso forense, aunque esta prueba se utiliza mucho en EE UU. La mujer ingresó en prisión por haber matado a su maltratador, pero el jurado tuvo en cuenta el informe realizado por los investigadores de la Universidad de Granada donde se revelaban secuelas cognitivas debido a los efectos sobre su cerebro de los golpes recibidos durante tres años.
Científicos de la Universidad de Granada han probado que una mujer víctima de violencia de género, que mató a su marido y fue acusada de asesinato, presentaba alteración del funcionamiento neuropsicológico como consecuencia de una situación de maltrato mantenido en el tiempo. De esta forma, la mujer fue absuelta de los cargos y puesta en libertad.
Se trata de la primera vez en España que un jurado solicita un informe pericial neuropsicológico para una mujer víctima de violencia de género en un proceso forense, aunque esta prueba se utiliza mucho como prueba pericial en otros países como EE UU.
El trabajo, que ahora se publica en la revista Behavioral Psychology, muestra la utilidad de la evaluación neuropsicológica para evidenciar deterioros en mujeres víctimas y supervivientes de violencia de género y su utilidad en procesos forenses.
El grupo de investigación en Neuropsicología y Psiconeuroinmunología de la Universidad de Granada, que ha realizado este trabajo, estudia las secuelas cognitivas en mujeres víctimas de violencia de género, especialmente el papel que los golpes en la cabeza y el estrés postraumático puede producir sobre el cerebro, alterando su funcionamiento.
“En la actualidad no se realiza de manera rutinaria una evaluación neuropsicológica completa de las mujeres maltratadas para su inclusión en procesos forenses, donde estas secuelas podrían tener implicaciones legales”, explica Natalia A. Hidalgo Ruzzante, autora principal de este trabajo.
Fue maltratada durante tres años
La mujer cuyo caso recoge este estudio presentaba alteraciones neuropsicológicas compatibles con haber sufrido golpes repetidos en la cabeza por un período de tres años. Esas alteraciones fueron suficientes para eximirla de responsabilidad penal, tal como recogió la sentencia del jurado popular, ratificada posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Los científicos de la UGR aplicaron a la mujer una batería neuropsicológica completa para evaluar los principales dominios neuropsicológicos: percepción, atención, memoria, lenguaje, funcionamiento ejecutivo y simulación.
La evaluación neuropsicológica forense mostró que sufría problemas de atención y funcionamiento ejecutivo (memoria de trabajo, flexibilidad y toma de decisiones). La simulación fue descartada. Considerando el informe neuropsicológico, el jurado decidió declararla no imputable de asesinato.
Actualmente, los esfuerzos del grupo de investigación de la UGR se concentran en el Proyecto VIVIRÉ “Víctimas de violencia de género: rehabilitación y evaluación neuropsicológica” y se centran en el desarrollo de baterías de evaluación cognitiva y programas de rehabilitación específicos para esas secuelas en mujeres víctimas de violencia.
Esta actuación se ha encauzado a través del mecenazgo de la Universidad de Granada.
Referencia bibliográfica
Neuropsicología forense en un caso de violencia de género. Mª Isabel Marín Torices, Natalia Hidalgo Ruzzante, Vicente Tovar Sabio y Miguel Pérez García. Behavioral Psychology / Psicología Conductual, Vol. 24, Nº 2, 2016, pp. 361-376
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