En la actualidad, existe una gran controversia en torno a la utilización de cultivos agrarios como fuente de energía debida, sobre todo, a la posible competencia con los cultivos para alimentación. La utilización de fuentes de naturaleza orgánica diferentes a los cultivos tradicionales para la producción de biocombustibles puede suponer la solución al debate social originado en este sector. Recurrir a fuentes alternativas a los cultivos tradicionales, como biomasa lignocelulósica y microorganismos, entre ellos las microalgas, sería más eficaz.
La producción masiva de microalgas puede satisfacer dicha necesidad ya que no compite con el sector alimentario, no requiere de grandes superficies, ni de terrenos fértiles y maximiza el ahorro de agua (ciclo cerrado) para su cultivo. Al mismo tiempo, contribuye a la mejora medioambiental mediante la captación de CO2 y puede integrar la utilización de efluentes industriales salinos.
La Unidad de Energía de TECNALIA investiga la potencialidad del cultivo masivo de microalgas, a través de los trabajos que desarrolla en la selección de estirpes, la optimización de sistemas de cultivo (abiertos, cerrados y mixtos), así como, la optimización de las diferentes variables de operación, el cosechado y el tratamiento final de las microalgas para su conversión en energía. Al mismo tiempo, se estudian aspectos sinérgicos del proceso, tales como la captación de CO2 como nutriente de las algas, la utilización de efluentes industriales salinos y la valorización de los subproductos.
Básicamente, se trata de lograr explotar a niveles masivos las microalgas como precursores de biomasas y bioaceites. Para ello, hay que desarrollar diversos campos tecnológicos tales como la genómica y selección de estirpes más productivas y con mayor resistencia a los agentes externos; estudiar los medios de cultivo y nutrientes más aptos para el crecimiento de las microalgas, y en especial el papel del CO2; utilizar sistemas de cultivo abiertos (raceways) o cerrados (fotobiorreactores), o bien sistemas mixtos (raceways con invernadero), con el fin de alcanzar grandes productividades a costes de operación e inversiones reducidas al tiempo que hay que estudiar la aplicación de las las mejores tecnologías disponibles para cosechar y tratar las microalgas cultivadas en grandes volúmenes de medio líquido hasta obtener, a precios razonables, la propia biomasa seca o bioaceites extraídos de dichas microalgas de modo que puedan ser potencialmente utilizadas para producir energía y biocombustibles.
Las microalgas y su viabilidad como fuente de energía vía biomasa para usos energéticos o por conversión en biocombustibles, es un campo en fase de estudio e investigación con interesantes perspectivas de futuro. Por el momento, el proceso completo no está todavía desarrollado suficientemente a nivel industrial como para ser explotado por las industrias del sector y la viabilidad de su aplicación no está adecuadamente demostrada pese a cierta publicidad de empresas sin respaldo tecnológico mínimo.
Se requiere realizar estudios más exhaustivos y plantear el cultivo a gran escala para poder explorar su viabilidad en el dominio de la energía. Por el momento, los estudios se centran en desarrollar procesos viables y evaluar posibles aplicaciones con posibilidades de interesar al tejido industrial.