En la actualidad, existe una gran controversia en torno a la utilización de cultivos agrarios como fuente de energía debida, sobre todo, a la posible competencia con los cultivos para alimentación. La utilización de fuentes de naturaleza orgánica diferentes a los cultivos tradicionales para la producción de biocombustibles puede suponer la solución al debate social originado en este sector. Recurrir a fuentes alternativas a los cultivos tradicionales, como biomasa lignocelulósica y microorganismos, entre ellos las microalgas, sería más eficaz.