De pulpos y merluzas

Con motivo de las jornadas de acuicultura celebradas el 28 y 29 de octubre en Galicia, el director del Observatorio Español de Acuicultura analiza el crecimiento de esta actividad que consiste en la cría de organismos acuáticos con técnicas que aumenten su producción y cuyos orígenes se remontan sus orígenes a China y Mesopotamia hace 4.000 años. Según lo expertos, en un futuro cercano vamos a ver nuevas especies procedentes de la acuicultura, como el pulpo o la merluza.

De pulpos y merluzas
En un futuro la acuicultura proveerá de especies como el pulpo. Foto: Doug Anderson.

Esta evolución y crecimiento que venimos observando en todo el planeta está justificada, en gran medida, por el incremento de la población mundial y la demanda de proteína animal. Esto ha sido posible gracias a la actividad investigadora de instituciones científicas.

En nuestros días se ha generalizado el consumo de productos procedentes de la acuicultura hasta alcanzar en algunos países la proporción 50-50 con los productos pesqueros. En España nos encontramos próximos al 40 %.

La acuicultura española ofrece un amplio abanico de productos y especies, con elevados índices de calidad y consumo, como la dorada, la lubina y el rodaballo, el mejillón, las almejas y ostras o la trucha. Cada día es más frecuente encontrar nuevas especies procedentes de la acuicultura, como el besugo y la corvina o en un futuro próximo el lenguado, el pulpo y la merluza.

Igualmente variados son también los sistemas productivos empleados, que abarcan desde los tradicionales, como las bateas gallegas, los esteros gaditanos o las almadrabas atuneras, de carácter más extensivo, hasta los modernos sistemas de granjas de cultivo en mar abierto y los sistemas de recirculación en tierra.

Las características biogeográficas de la Península Ibérica han permitido esta diversificación de especies y sistemas, y han hecho posible que nuestro sector productivo lidere en el mundo la producción de especies como el mejillón, el rodaballo o el besugo.

Este liderazgo también se ha trasladado a la promoción del desarrollo acuícola sostenible en el área mediterránea.

Esta evolución de la acuicultura española en los últimos años ha ido acompañada de un desarrollo normativo europeo, estatal y autonómico. Estas regulaciones han contribuido a que los productos acuícolas europeos se sitúen a la cabeza en aspectos tan importantes como la seguridad alimentaria, la calidad final del producto o el respeto al medio ambiente.

Nuevos productos acuícolas

Es necesario mencionar en este punto, la aparición en nuestros mercados de nuevos productos acuícolas procedentes de los más variados rincones del mundo, para los que se desconoce en muchas ocasiones las condiciones de cultivo, los requisitos los que están sujetos en materia sanitaria y las garantías que ofrecen al consumidor.

Son productos aptos para el consumo aunque su composición nutricional tiene un nivel inferior comparado con los productos europeos a los que se aplica un exigente marco normativo.

En los últimos años, todos los agentes implicados en la actividad acuícola han realizado un importante esfuerzo en el análisis de las interacciones que se establecen entre la actividad acuícola, y el medio natural. Para ello se han promovido planes de vigilancia y seguimiento ambiental, y se han integrado los últimos avances científico-técnicos para seleccionar las localizaciones de uso acuícola, minimizar impactos o gestionar los residuos generados.

En esta línea, los acuicultores son agentes promotores de la preservación de los hábitats y la biodiversidad en los lugares en los que desarrollan su actividad, dado que son los más interesados en mantener la calidad del agua para el cultivo que asegure el adecuado crecimiento de los organismos y la calidad del producto final.

Por eso es fundamental la intensa labor que realizan instituciones científicas como el Instituto Español de Oceanografía (IEO) con sus plantas de cultivos marinos, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) con su Red de Investigación en Acuicultura (RIA) o la Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos (JACUMAR), a través de los Planes Nacionales de Cultivos Marinos.

Si se considera la acuicultura como un sector estratégico para España, como lo fue en su día la pesca extractiva, es necesario realizar una apuesta decidida por su desarrollo, e identificar nuevas localizaciones en las que el sector pueda desarrollarse desde un enfoque integrador y ecosistémico. Además del precio y del origen, los consumidores y consumidoras deben tener en cuenta estos elementos socio-económicos y medioambientales para su decisión de compra.

Porque nuestro sector acuícola, a pesar de la crisis, es un importante motor de crecimiento en zonas rurales y pesqueras, genera empleo y nuevas oportunidades.

Fco. Javier Remiro Perlado (A Coruña, 1978) es Director Gerente de la Fundación Observatorio Español de Acuicultura, cuyo Protectorado ejerce el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM). Licenciado en Ciencias del Mar por la Universidad de Ciencias de Vigo, desde 2004 vincula su trayectoria profesional al desarrollo del sector acuícola español. La Fundación que dirige desde febrero de 2009 trabaja en la promoción del desarrollo sostenible de la acuicultura española.

Fuente: SINC
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