La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha declarado 2016 como el Año Internacional de las Legumbres. El objetivo es concienciar a la población sobre las ventajas de estas semillas como parte de una dieta nutritiva, saludable y sostenible, promocionando su cultivo y su consumo. En España, hasta la década de 1960 se consumían casi a diario pero, actualmente, solo se comen una vez a la semana, una tendencia preocupante.
Las legumbres son un tipo de leguminosas que se cosechan para obtener la semilla seca. Se conocen numerosas variedades que se cultivan y consumen en diferentes regiones del mundo y han sido una parte esencial de la dieta del hombre durante siglos y, también, un componente destacado en la dieta mediterránea. No hay que olvidar que una de las características de esta dieta es la abundancia de alimentos de origen vegetal, entre ellos, las legumbres.
Las alubias (Phaseolus vulgaris), blancas o pintas, grandes o pequeñas –las más abundantes y diversas en nuestra geografía–, los garbanzos (Cicer arietinum), las lentejas (Lens culinaris), los guisantes (Pisum sativum), las habas secas (Vicia faba), la soja (Glycine soja) o el cacahuete (Arachis hypogaea) son las más conocidas y consumidas.
La soja y el cacahuete, se diferencian del resto en que tienen mucha mayor cantidad de grasa ¾19 y 49%, respectivamente¾ y por ello se usan también para obtener aceite. Dentro de las legumbres no se incluyen las que se cosechan y consumen verdes (por ejemplo, guisantes, habas, judías verdes…), que se clasifican como hortalizas.
Existen multitud de formas de comer legumbres según la tradición y las costumbres culturales de cada región, que hay que tratar de conservar cuidando, además, la proximidad. La versatilidad se pone de manifiesto en las numerosísimas recetas culinarias típicas de toda la geografía española, desde los cocidos y potajes con variados ingredientes ¾pues las legumbres combinan con todo¾ a las ensaladas frías para el verano, ya que gracias a su fácil conservación pueden consumirse todo el año; de la olla podrida como plato único, a los garbanzos tostados como aperitivo; de las recetas más tradicionales, a las de vanguardia. Al mismo tiempo la globalización nos da la oportunidad de acceder a un gran repertorio de estas extraordinarias semillas y a múltiples y variadas recetas de otras partes del mundo.
Consumo reducido a la mitad
En España, hasta la década de 1960 se consumían casi a diario. En 1964, el consumo de legumbres era de 41 gramos (en crudo) por persona y día (287 g/semana), según datos del Estudio Nacional de Nutrición y Alimentación (ENNA-1).
Sin embargo, desde entonces, por diversos motivos, han perdido prestigio y han sido sustituidas por otros alimentos, generalmente de origen animal, y en los últimos años su consumo prácticamente se ha reducido a más de la mitad. En el año 2011, era de 18 gramos/persona y día (126 g/semana), tal y como revela la Encuesta ENIDE.
Actualmente, las legumbres se consumen, mayoritariamente, una vez a la semana (principalmente lentejas y garbanzos), aunque un 5% de la población no las come nunca. Estas cifras son preocupantes pues las legumbres son uno de los ingredientes más nutritivos, económicos y versátiles de nuestra dieta.
Para celebrar el Año Internacional de las Legumbres, el Grupo Innovadieta de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha preparado el calendario 2016 con doce buenas razones para comer legumbres:
Dos o tres raciones semanales
Por todos estos aspectos beneficiosos, se recomienda que la dieta incluya unas dos o tres raciones de legumbres a la semana (unos 160-240 gramos por semana) [Peso de la ración: 60-80 gramos en crudo. Unos 150-200 g ya cocinadas (al cocinar las legumbres, por absorción de agua, pueden duplicar o triplicar su peso)].
Ya lo dice bien claro el refranero: “Tres veces a la semana, la legumbre es muy sana”. Estas recomendaciones contribuyen también a reducir el consumo de carnes que es muy superior al recomendado en los países desarrollados y están en la línea de las actuales directrices encaminadas a disminuir el consumo de alimentos de origen animal sustituyéndolos por otros de origen vegetal.
No lo dudes más y empieza mañana mismo a incluir en tu dieta estos alimentos de propiedades tan extraordinarias: sanos para el hombre y sanos para el planeta. Hay tantas recetas diferentes como días tiene el año.
Beatriz Beltrán y Ángeles Carbajal son investigadoras del Grupo Innovadieta, del Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
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