Dependiendo de la zona, del precio de la uva y de los riesgos climáticos, entre otros aspectos, la Entidad Estatal de Seguros Agrarios (ENESA), organismo adscrito al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, establece el precio que se paga por la uva cuando se produce un siniestro. Fernando Martínez de Toda, Catedrático de Viticultura de la Universidad de La Rioja, indica que en la Denominación de Origen Calificada ‘Rioja’ estas indemnizaciones se han establecido, para la campaña actual, entre 0,48 y 0,66 €/kg para la uva tinta.
Hasta ahora, algunos viticultores de la DOC ‘Rioja’ no suscribían el seguro agrario porque el producto de determinadas parcelas alcanzaba en el mercado un precio muy superior al estipulado en la póliza, por lo que en su día plantearon a ENESA la necesidad de contemplar el concepto de ‘calidad’ en el seguro. ¿Existe alguna forma de diferenciar en el terreno estas parcelas ‘de calidad’? Aquí entra en juego el trabajo de investigación del experto de la UR, orientado a establecer los parámetros que ha de cumplir la plantación para optar a esa cobertura específica, atendiendo en un primer momento a las características de la Denominación de Origen Calificada ‘Rioja’, para luego ir adaptándose de manera paulatina a once denominaciones de origen españolas: Priorato, Ribera del Duero y Rueda en 2009, y Bierzo, Jerez-Xérès-Sherry, Navarra, Penedés, Rías Baixas, Somontano y Toro en 2010. Como indica el experto, el objetivo de proyecto era diseñar una propuesta válida para cualquiera de las Denominaciones de Origen y Vinos de Pago, por lo que la metodología que se estableciera debía ser muy sencilla, objetiva y con parámetros fáciles de medir en campo.
Condiciones
En consecuencia, el trabajo propone las ‘condiciones técnicas mínimas de cultivo para producir uva de la más alta calidad’, y lo hace a través de dos parámetros fundamentales: la relación entre la superficie foliar expuesta y la producción de uva (SFE/P), y el vigor del viñedo, factores perfectamente estimables por el perito o, incluso, por el propio viticultor.
La relación SFE/P establecida ha de ser superior a 1,3 m2/kg. en los tipos de conducción con vegetación libre (como el vaso y el cordón libre) y superior a 1,5 m2/kg. en los tipos de conducción con vegetación dirigida (como la espaldera clásica) desde el inicio de la maduración de la uva. Teniendo en cuenta los sistemas de conducción empleados en el viñedo de ‘Rioja’ para cumplir esa relación, la producción estaría limitada en torno a los 2 kg./cepa y 7.000 kg./ha., con una superficie foliar expuesta mínima de 3 m2/cepa y 10.500 m2/ha para el caso de la espaldera y 2,6 m2/cepa y 9.100 m2/ha. para el vaso, como determina el estudio.
El segundo parámetro, que atiende al vigor, fija un mínimo que garantice la densidad foliar suficiente para cumplir la premisa anterior, y un máximo para que los racimos gocen de unas óptimas condiciones microclimáticas y el equilibrio hormonal de la cepa favorezca una adecuada maduración de la uva. En consecuencia, el vigor del viñedo se estima a través de las dimensiones de sus pámpanos o sarmientos en el período de maduración, cuyo número suele estar en torno a los 10-12 pámpanos por cepa, o en torno a los 8-10 pámpanos por metro lineal de vegetación. Los límites de vigor establecidos en el estudio se sitúan en una longitud mínima del sarmiento de 90 cm. Y 140 cm. de longitud máxima.
Edad y producción
A estos dos criterios considerados como fundamentales, los Técnicos y Viticultores de las diferentes Denominaciones han incluido algún otro más como, por ejemplo, la edad del viñedo, situándola entre 10 y 15 años dependiendo de la zona vitícola y de la variedad. Otra condición también admitida es la que fija una producción máxima, algo que los investigadores, en principio, no establecían porque si existe superficie foliar suficiente para madurar esa uva, ya queda garantizada. En estos casos, se establecen unas limitaciones para uva tinta entre 5.000 y 5.500 kg./ha, y de 7.000 a 8.000 kg./ha para uva blanca.
Fernando Martínez de Toda destaca la importancia de este proyecto en el hecho de que no sólo se trata de su propuesta, que ya suscriben once Denominaciones de Origen, sino que, también, se han recogido las observaciones de los diferentes técnicos y responsables de bodega con experiencia en pago de uva. Se trata, además, de la primera vez que las condiciones que ha de cumplir un viñedo de calidad se publican en el Boletín Oficial del Estado; concretamente, el 15 de enero de 2011, para la presente campaña. Por ejemplo, para la DOC. Rioja, el precio al que se paga la uva de los viñedos que cumplan estas condiciones es de 0,90 - 1,00 €/kg frente a los 0,48 - 0,66 €/kg de un viñedo que no cumpla dichas condiciones. Como asegura Fernando Martínez de Toda, es una forma más de incentivar la calidad en el viñedo, ya que el viticultor que cumple estas condiciones obtiene una mayor rentabilidad ante la ocurrencia de un siniestro.