El 8 de noviembre de 1895 Wilhelm Conrad Röntgen descubría los rayos X, un hito en la medicina que marcó hace 115 años el inicio de la radiología. Hoy el investigador se sorprendería al ver cómo su hallazgo se ha convertido en una pieza clave para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
En una población cada vez con mayor esperanza de vida, las personas que trabajan en radiología son protagonistas. El diagnóstico por imagen se ha convertido en un elemento fundamental para el mantenimiento de la salud y el bienestar. El Día Mundial de la Radiología se celebra el próximo 8 de noviembre y conmemora el día en que Wilhelm Conrad Röntgen descubrió lo que bautizaría como ‘rayos X’, un instrumento imprescindible hoy en la práctica clínica.
“En un primer momento la herramienta reconocía huesos y pulmones sobre una superficie gris”, explica a SINC Eduardo Fraile, presidente de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM). “Pero las nuevas tecnologías y los medios de contraste cada vez más específicos han hecho que en la actualidad el cuerpo humano sea prácticamente transparente”.
El uso del diagnóstico por imagen se ha generalizado. En los departamentos de radiología de los hospitales, el 70% de todas las exploraciones radiológicas que se practican son radiografías convencionales (que utilizan los rayos X para obtener las imágenes), el 11% resonancias magnéticas (RM) y tomografías axiales computarizadas (TAC), y un 12%, ultrasonidos.
“Estamos en un porcentaje de una exploración radiológica por año y habitante”, apunta Fraile. “Es decir, es raro el paciente que va a un hospital y no sea sometido a una prueba de diagnóstico por imagen”.
Radiólogos y radiólogas se involucran cada vez más en todo el proceso asistencial del paciente, en decidir qué operación hay que hacer, en realizarla lo mejor posible, aconsejar los siguientes pasos y, en algunos casos, implantar una opción terapéutica, como la radiología intervencionista, que cura determinadas enfermedades.
La radiología actual permite detectar enfermedades desde los estadios más tempranos, cuando todavía no se ha mostrado ningún síntoma. “Esto permite iniciar el tratamiento de forma precoz y aumentar las probabilidades de recuperación”, afirma Carmen Ayuso, vicepresidenta de la SERAM y jefe de sección de radiología abdominal en el Hospital Clínico de Barcelona.
Desde que Röntgen descubrió los rayos X ha habido una enorme evolución en sus aplicaciones. Se han mejorado técnicas de diagnóstico tradicionales y se ha evolucionado hacia las digitales: el TAC en la década de los ’80, la RM en los ’90, y hoy las técnicas híbridas, que combinan la detección de la morfología de las lesiones con la alteración en el funcionamiento celular.
Según Ayudo, “estamos evolucionando hacia la radiografía molecular”. A partir de técnicas de imagen sabremos cuál es el funcionamiento de algunos tejidos, órganos y tumores. La ‘radiología 2.0’ proporcionará tecnologías cada vez más personalizadas y seguras, ya que se reducen la dosis de radiación y los efectos nocivos.
“El diagnóstico por imagen va a tener más fuerza en todo el proceso asistencial al paciente”, concluye Fraile. El futuro de la radiología está en adelantarse a los síntomas y detectar no sólo las alteraciones morfológicas, sino también las funcionales. Ése es uno de los grandes retos de la comunidad radióloga.
Expertos y expertas, que tienen una cita a finales de noviembre en Chicago (EE UU) en el 96 Congreso de la Sociedad Radiológica de Norte América, están de acuerdo. Si Röntgen no hubiera dado su vida por descubrir los rayos X hace ya más de un siglo, probablemente la medicina no se hubiera desarrollado tanto como lo ha hecho a día de hoy.
La falta de información que tenemos sobre lo que ocurre en un servicio de radiología es uno de los motivos por los que se celebra el Día mundial de la especialidad. Radiólogos y radiólogas confirman de forma pública que la radiación utilizada hoy es “totalmente segura”. ¿Un mensaje para la población?, se pregunta el presidente de la SERAM: “La radiación que se emite es la menor requerida para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados”. En la actualidad mecanismos tecnológicos controlan la radiación que se emite, hay un control exhaustivo para que el funcionamiento de los equipos sea el adecuado y el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) obliga a tener unos protocolos de actuación en caso de emergencia.