El médico o médica que recibe amenazas o que es agredido psíquica o físicamente tiene que denunciar el hecho no sólo en su lugar de trabajo, a su superior o gerencia, sino también a su propio Colegio de Médicos. I
Un estudio realizado por investigadores españoles confirma que la presencia de contaminantes químicos puede interactuar con el ruido y modificar, para bien o para mal, la manifestación de la “sordera” profesional, cada vez más frecuente en las personas jóvenes. La perdida auditiva por ruido es la enfermedad profesional que con mayor frecuencia se presenta en Europa.
La exposición a ruido en presencia de humos metálicos incrementa la alteración auditiva con respecto a sólo ruido de la misma intensidad.
Según un estudio que la revista JAMA publica mañana en un número especial, los estudiantes de medicina que padecen una depresión "de moderada a grave" tiene más probabilidades de asociar la depresión con el hecho de estar estigmatizados.
Los estudiantes de medicina experimentan depresión, agotamiento y trastornos mentales en una proporción mayor que la poblacióngeneral.
La prevalencia de obesidad en los países enriquecidos y en vías de desarrollo sigue en aumento.
Estudios realizados por investigadores de la Universidad Politecnica de Madrid (UPM) muestran cómo la exposición al ruido puede producir alteraciones cardiacas sin que los sujetos aprecien síntomas de enfermedad.
La organización del trabajo puede perjudicar la salud de las personas trabajadoras al provocar dolencias de distinto tipo, desde enfermedades cardiovasculares hasta mentales. Una nueva investigación incide en que el mejor trabajo es el que da más participación a las personas empleadas, más posibilidades de adaptar las condiciones de trabajo a sus necesidades, mayor reconocimiento y un trato justo.
Expertos del Servicio de Otorrinolaringología y la Unidad de Apoyo a la Investigación del Hospital Clínico Universitario de Valladolid han estudiado a 65 miembros de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León y han comprobado que las intensidades que soportan se encuentran por encima de lo que la ley establece como riesgo para la audición, por lo que consideran que el traumatismo acústico debería reconocerse como enfermedad profesional en este colectivo de trabajadores.