Una molécula diseñada en el laboratorio por investigadores británicos es capaz de realizar las funciones de un ribosoma, la fábrica de proteínas de la célula. Las capacidades de este compuesto artificial todavía quedan lejos de su análogo natural, pero ya puede unir aminoácidos y formar pequeños péptidos. El hallazgo se publica esta semana en la revista Science.
Representación del ribosoma artificial. Imagen: Miriam Wilson
Inmunogenicidad detectada en distintos tejidos. Imagen: Nature
Investigadores japoneses han implantado en ratones piel y médula ósea procedentes de iPSC –células de pluripotencia inducida– y han comprobado que no se produjo una respuesta inmune de rechazo. El trabajo, publicado esta semana en Nature, contradice lo que apuntaba un estudio de 2011 en la misma revista.
Una investigación estadounidense en niños de entornos desfavorecidos prueba que los juegos electrónicos que implican movimiento animan a los escolares a hacer ejercicio y a limitar su vida sedentaria.
Un equipo internacional de científicos publica esta semana en Nature Medicine la identificación de un gen que regula el metabolismo de las grasas y que está implicado en la aparición de la obesidad y de enfermedades metabólicas relacionadas como la diabetes tipo 2. Los autores han calificado el gen como una nueva diana terapéutica para el tratamiento de la obesidad y de la resistencia a la insulina en humanos.
El envejecimiento del cerebro se ralentiza ante la ausencia del ADN polimerasa μ, conocido como gen Polμ, según revela una investigación en la que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Centro Nacional de Biotecnología, el Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa”, el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y la Universidad Pablo de Olavide.
Investigadores españoles y británicos han desarrollado una metodología para sintetizar glicodendrinanopartículas, cuyas características estructurales imitan a las de algunos patógenos. Para ello, se ha utilizado la estructura proteica de un virus bacteriano inocuo modificada en su superficie con los mismos azúcares que presentan también en su envoltura externa virus como el Ébola y el VIH. Al ser reconocidas por los receptores de dichos agentes infecciosos, estas proteínas ‘disfrazadas’ impiden el desarrollo de la infección.