Ni se conocen por completo los mecanismos moleculares que originan la resaca, ni hay tratamientos efectivos para paliarla, ni esfuerzos farmacéuticos por lograrlos. Aparte de algún que otro truquillo que aquí le contaremos, lo único realmente útil para levantarse fresco como una rosa después de una farra es no tomar alcohol e irse a dormir pronto. Lo sentimos.
Una nueva tecnología permite comunicarse libremente a las personas que han perdido casi por completo la capacidad de mover sus brazos y sus piernas. El nuevo método, publicado en la revista Current Biology, usa los ojos para escribir en letra cursiva.
Un equipo de expertos en semiótica, traducción y nuevas tecnologías de la Universidad de Valladolid está trabajando en la elaboración de un diccionario terminológico sobre genética que estará disponible para la docencia y la investigación a través del portal Eurogene. El proyecto involucra a decenas de investigadores europeos en diversas áreas de conocimiento. El objetivo, dicen, es clarificar la terminología de esta ciencia en auge en inglés, francés, alemán y español.
Daamian Denys investiga una técnica que implanta electrodos en el interior del cerebro y que es tan efectiva en el tratamiento de trastornos psiquiátricos que plantea nuevos dilemas neuroéticos.
Investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas han descifrado la función que ejecuta una proteína, llamada β-catenina, en la generación de las células madre del tejido sanguíneo. Los resultados permitirán, en un futuro, obtener células en el laboratorio que se puedan trasplantar a pacientes con leucemia sin donantes compatibles.
Daamian Denys, investigador de la Universidad de Amsterdan (Holanda) en Congreso de la Federación Europea de Sociedades de Neurociencia de Barcleona. Imagen: SINC
Trevor W. Robbins, profesor de neurociencia cognitiva y psicología experimental de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), es coautor de un estudio sobre 2.000 adolescentes que plantea si la conducta impulsiva está causada por las drogas o, por el contrario es parte de la personalidad e incita a su consumo. Quiere comprender cómo se activan las redes neuronales de la impulsividad para mejorar la prevención y el tratamiento de las dependencias.
Oscar Marín y su equipo investigan el patrón de migración de las neuronas en cerebros de ratones. En el FENS Fórum Marín presentó los resultados de su estudio que demuestran que parte de la variabilidad entre los individuos no depende de los genes ni del ambiente, sino del azar.
Hay una explicación científica para los deportistas fuera de serie: poseen una combinación genética preparada para batir marcas. Con los avances en terapias génicas, los expertos se plantean si el resto de atletas tendrá que modificar su genoma para poder competir en igualdad de condiciones, algo no permitido por las autoridades deportivas. Además, la complejidad del ADN amenaza con echar por tierra los controles de dopaje genético, al no poder distinguir entre variantes genéticas naturales o introducidas. Algo similar ocurrió con los controles de género.