Representación diagramática de tres de las principales regularidades relativas a la actividad de las neuronas tipo A del núcleo interpósito posterior del cerebelo.
Más del 40% de los españoles navega por Internet en busca de información sobre salud.
Científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han descubierto que un mal funcionamiento de la proteína SADB en el organismo puede desencadenar inestabilidad genómica, un fenómeno producido por una incorrecta división de las células y que interviene en el desarrollo de diversas patologías, entre ellas el cáncer. La investigación, que aparece publicada en el último número de la revista Nature Cell Biology, es de interés para comprender cómo se realiza el reparto de cromosomas entre la célula madre y sus hijas y cómo se originan las alteraciones en el contenido del genoma.
Investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (CREAL) y del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar), en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona han participado en un consorcio internacional que ha desarrollado un nuevo índice de riesgo para pacientes que sufren EPOC. Con este índice, los médicos pueden evaluar de forma más objetiva la gravedad de la enfermedad y calcular el riesgo de mortalidad. La participación del Hospital Clínic se ha coordinado a travé sdel Dr. Àlvar Agustí, Director del Institut Clínic del Tórax, y el Dr. Robert Rodríguez Roisín, Director de Docencia.
Investigadores del Instituto de Neurociencias, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Miguel Hernández de Elche, han identificado una proteína llamada SNAP25, conocida por estar relacionada con el proceso de liberación de neurotransmisores, mensajeros químicos a través de los cuales se comunican las neuronas. En el estudio, publicado en el último número de la revista Neuron, los autores han determinado que esta proteína juega un papel fundamental en la regulación y estabilización de la sinapsis (punto donde las neuronas intercambian información), al ajustar la intensidad de la transmisión neuronal de manera prolongada.
La pamplonesa Silvia Akerreta, investigadora de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Navarra, ha realizado un estudio sobre el uso tradicional de las plantas medicinales en la Comunidad foral, en el que concluye que al menos el 11% de la flora vascular se utiliza para curar alguna dolencia.
Investigadores de la Unidad de Biología Estructural de CIC bioGUNE y la Columbia University (EEUU) han desarrollado una investigación conjunta, publicada en la revista científica Structure, para profundizar en el conocimiento de la estructura de la piruvato carboxilasa cuando se encuentra en solución (en estado “natural”).