Anticuerpos inmortales

Marcos García Ocaña
En la imagen, Marcos García Ocaña, en el laboratorio de la Unidad de Biotecnología Preparativa de la Universidad de Oviedo. Fotografía: FICYT.

Quién no comparte la imagen de los anticuerpos como una especie de “fuerzas armadas” contra las infecciones? Sin embargo, esta idea no hace justicia a todas las posibilidades de los anticuerpos, para los que la investigación ha desarrollado otra función fuera del organismo: la de detectores de enfermedades. Pero quizá lo más inesperado es que, para generarlos, los científicos utilizan híbridos creados a partir de células cancerosas y linfocitos B. Es parte del trabajo de investigadores de la Universidad de Oviedo, que acaban de comercializar en Europa un anticuerpo relacionado con el diagnóstico de un tipo de neumonía.

Técnicas de generación y uso de anticuerpos como las que utilizamos permiten alcanzar una gran precisión para diagnosticar patologías como el SIDA, el cáncer o las alergias. Además de su utilidad como detectores, el desarrollo de nuevos anticuerpos será una valiosa herramienta para su curación”, afirma Marcos García Ocaña, miembro de la Unidad de Biotecnología Preparativa de la Universidad de Oviedo.

¿Cómo entra en contacto un pequeño laboratorio de la Universidad de Oviedo con la empresa que posee la base de datos de anticuerpos más amplia que existe? “Recibimos habitualmente demandas tecnológicas de Galactea Plus y cuando vimos que una compañía inglesa estaba interesada en comprar anticuerpos monoclonales, nos pusimos en contacto con ellos. Ahora, tras varios meses de contacto, ya hemos firmado el contrato”, explica García Ocaña.

Galactea Plus , que coordina la FICYT en cuatro comunidades autónomas, recibe y ofrece más de 3.000 ofertas y demandas de tecnología al año.

Fuente: FICYT
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