El consenso era probable; no imposible. Después de largas horas de negociaciones, todos los países, a excepción de Bolivia, han aprobado los Acuerdos de Cancún. No son jurídicamente vinculantes, pero quedan anclados en Naciones Unidas, que velará por que se cumplan todos los compromisos. De camino a Durban (Sudáfrica), sede de la COP 17, quedan por rematar ciertos temas, pero la ambición por mantener el aumento de temperaturas por debajo de 2ºC entra en los anales de la historia.