Adrian Raine, experto en psicopatía de la Universidad de Pennsylvania fue muy claro en su presentación del Congreso de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), celebrado el pasado febrero en Washington DC: “No estamos sugiriendo que algunos niños sean psicópatas, pero sí que ciertos rasgos relacionados con la falta de emoción pueden ser utilizados para identificar a un subgrupo de niños que están a mayor riesgo de conducta antisocial severa y persistente”.