Un equipo de investigadores estadounidenses afirma, en la edición de esta semana de Nature, que un compuesto originario de la Isla de Pascua puede prolongar la vida de los ratones. Se trata del sirolimús o rapamicina, un compuesto que se utiliza como antifúngico y que se administra a los receptores de un trasplante para evitar que rechacen el nuevo órgano. El equipo, liderado por David Harrison, de Jackson Laboratory, suministró sirolimús a ratones ancianos (de unos 600 días de edad), a los que consiguió prolongar la vida entre un 9 y un 14%. Actualmente, la única forma de prolongar a vida de un roedor es reduciendo fuertemente su dieta, por lo que el estudio da cuenta de la primera vez que se prolonga la vida de un mamífero con un compuesto farmacológico.
La clave reside en que el sirolimús reduce el funcionamiento del mismo trayecto molecular que la restricción de calorías, a través de una proteína celular llamada mTOR, que controla varios procesos del metabolismo celular y la respuesta al estrés.