En la carrera que el cáncer echa a la vida de millones de personas cada año, los tumores continuarán valiéndose de un genoma propio y extraordinariamente complejo. Pero la ciencia viene ganando terreno, y aprieta los músculos en un "sprint" nunca visto. Carlos López-Otín y Elías Campo, coordinadores de la contribución española al Consorcio Internacional Genoma del Cáncer, acaban de anunciar en Oviedo que han descifrado los cinco primeros genomas de leucemia linfática crónica.