Hasta ahora, se consideraba que los rorcuales comunes en el Estrecho de Gibraltar y el Mar de Alborán formaban parte de la distribución de esta especie de ballena en el Mediterráneo. Sin embargo, un equipo internacional de científicos, liderado por un español, revela que su población se ha sobrevalorado al incluir individuos del Atlántico que visitan puntualmente el Mediterráneo occidental, donde el ruido generado por actividades humanas afectan a su supervivencia.