El telescopio espacial James Webb ha captado la vista más clara de los anillos de Neptuno en más de 30 años, mostrando a este gigante de hielo desde una perspectiva completamente nueva. Lo más llamativo en la nueva imagen es la nítida vista de los anillos del planeta, algunos de los cuales no habían sido detectados desde que Voyager 2 se convirtiera en la primera nave espacial en observarlos durante su sobrevuelo de Neptuno en 1989.
Además de varios anillos brillantes y angostos, la imagen del Webb muestra claramente las bandas de polvo más tenues de Neptuno y algunas de sus lunas. En concreto, siete: Galatea, Náyade, Talasa, Despina, Proteo, Larisa, y Tritón. Esta última se destaca como un punto de luz muy brillante (arriba a la izquierda), con los picos de difracción característicos que se ven en muchas de las imágenes del Webb, el telescopio espacial de la NASA, la ESA y la agencia espacial canadiense.
La cámara de infrarrojo cercano de Webb (NIRCam, por sus siglas en inglés ) que se ha utilizado genera imágenes de objetos en el rango del infrarrojo cercano, por lo que Neptuno no se ve azul. De hecho, el gas metano absorbe con tanta fuerza la luz roja e infrarroja que el planeta está bastante oscuro en las longitudes de onda empleadas, excepto donde hay nubes de gran altitud. Estas nubes de hielo de metano se destacan como rayas y manchas brillantes, que reflejan la luz solar antes de que sea absorbida por el gas metano.