Días monótonos sin moverse de la cama, con los pies en alto, sin poder ir a la ducha ni al baño, con pruebas médicas constantes y una estricta dieta. Esta es la dura experiencia que ha superado un equipo de voluntarios de la Agencia Espacial Europea (ESA) durante 21 días con el objetivo de estudiar lo que ocurrirá en los futuros vuelos espaciales. En la imagen, un voluntario se somete a un escáner para estudiar su pierna. Se trata de una de las pocas ocasiones donde se los traslada de la cama, manteniendo la posición.