Usain Bolt batió ayer el récord olímpico en la carrera de los 100 metros lisos, que corrió en 9,63 segundos, un tiempo solo superado por su propia marca mundial de 9,58 en el Campeonato de Berlín de 2009. Los científicos coinciden en que algún día se acabarán los récords. Mientras, Bolt, que combina las ventajas mecánicas de un hombre alto con las fibras de contracción rápida de uno pequeño, continúa desafiando los límites humanos.